El Amor Eterno romance Capítulo 1566

Cuando por fin llegó el médico, ya estaba dormida. Finalmente me desperté cuando lo escuché hablar con Zachary.

Abrí los ojos y vi al médico de cabecera. Me estaba tomando la temperatura. Después, me administró una infusión.

Una vez que terminó su trabajo, le aconsejó a Zachary: "Señor Schick, la salud de la Señora Schick es muy precaria. Necesitará más descanso".

Zachary asintió y dijo: "Espere abajo".

"De acuerdo. Subiré más tarde para cambiarle la medicina a la Señora Schick".

El médico salió de la habitación y bajó las escaleras. Llamé obedientemente a Zachary: "Segundo Hermano".

Se acercó y se sentó a mi lado mientras me tomaba de la mano. Frunció un poco el ceño y se mostró preocupado por mí.

Le sonreí y le dije: "Me he estado enfermando con frecuencia. No te angusties por estas cosas. Me pondré mejor después de la infusión".

Zachary bajó la cabeza hacia mí y me miró fijamente con ojos profundos.

Después de un largo rato, al fin me preguntó: "¿No me estás ocultando nada?".

Sabía que se refería a mis problemas de salud. Tenía miedo de que le ocultara algo.

Sacudí la cabeza y dije: "No estoy ocultando nada. Tucker está al tanto de mi estado. Si realmente hubiera pasado algo, seguro que te habría informado".

Yo estaba bien. Era solo que mi sistema inmunológico estaba demasiado débil últimamente. No sabía por qué me seguía enfermando tanto este año.

Tras escuchar mi respuesta, Zachary no hizo ningún comentario al respecto. En cambio, se inclinó hacia delante y me besó en la mejilla.

Con una voz suave, me persuadió: "Duerme una siesta corta si te sientes cansada. Yo me quedaré aquí contigo todo el tiempo".

Le pregunté: "¿Y Bella?".

Zachary respondió: "La niñera la acompaña. Además, Joshua llegará pronto a Ciudad Tong. Le he pedido que venga para aliviar tu aburrimiento".

"El Tercer Hermano seguro se enfadará si sabe que lo has hecho venir a propósito para distraerme. Por cierto, no le he contado lo de nuestro conflicto, porque tengo miedo de que... Me ha dicho antes que primero es tu hermano antes que el mío".

Zachary utilizó sus dedos y me arregló el flequillo con suavidad. Agarré su palma con fuerza y dije: "Me preocupa que el Tercer Hermano me ignore si se entera".

Zachary me consoló: "No lo hará".

Quería ver dónde lo había herido.

Zachary permaneció en silencio después de escuchar mi petición. ¿Me estaba rechazando?

Le pregunté: "¿No puedo verla?".

"Te sentirás triste después de mirarla", respondió.

Mi corazón se estremeció un poco después de escuchar su respuesta.

"Yo fui quien te hizo daño", insistí, "debo verla".

"De acuerdo, podrás verla cuando te recuperes", dijo Zachary.

De repente, bajó la cabeza y me susurró al oído con voz seductora: "Puedes echarle un vistazo cuando todo esté tranquilo por la noche".

Me quedé sin palabras, y mi rostro se sonrojó inmediatamente.