El Amor Eterno romance Capítulo 1590

Al ver su aspecto melancólico mientras lo incitaba, no quise hacer nada más que pudiera provocar más emociones en él.

Me apoyé en su espalda.

Zachary se detuvo solo por un momento. Luego, permaneció en silencio mientras caminaba hacia la posada. Sus pasos eran lánguidos. Era un trayecto corto que le llevaría unos pocos minutos, pero se tomó su tiempo y paseó durante quince minutos más.

Entramos en la posada para conseguir una habitación. En la recepción, la posada exigía a ambos huéspedes que mostraran sus documentos de identidad. Sin embargo, solo Zachary lo tenía.

Zachary le preguntó en voz baja: "¿Servirá nuestro certificado de matrimonio?".

El personal de la recepción dijo: "También servirá".

Zachary hizo una llamada a su teléfono. En apenas dos minutos, el chófer trajo el maletín negro de Zachary. Zachary abrió el maletín para sacar el certificado de matrimonio de su interior y se lo entregó al personal.

Cuando terminamos de registrarnos en la recepción, me arriesgué y le pregunté a Zachary en secreto: "Segundo Hermano, ¿desde cuándo traes tu certificado de matrimonio? Pensé que lo tendrías guardado en alguna caja de seguridad. ¿Por qué lo has traído contigo?".

Zachary entregó su maletín al chófer. El chófer lo tomó y salió de la posada.

El hombre pasó su brazo por encima de mi hombro, teniendo ya en su mano la llave de la habitación. Luego, tras entrar en el ascensor, finalmente me explicó.

"No hay caja fuerte en el mundo que sea más tranquilizadora que traerlo conmigo".

¿Significaba eso que Zachary llevaba el certificado de matrimonio consigo en todo momento? Lo que hizo el hombre fue realmente inesperado.

"Me has sorprendido", admití.

Zachary sonrió, pero no hizo más comentarios. Solo me respondió con su sonrisa.

Solo había tres pisos en la posada. La habitación que Zachary reservó estaba en el último piso. Era la mejor habitación y en la mejor ubicación. También era la más costosa.

Bueno, el precio no importaba realmente. Al fin y al cabo, a los dos no nos faltaba dinero en absoluto. ¿Me golpearían en la calle si todos conocieran mis pensamientos?

Al pensar en eso, me reí a carcajadas de mí misma.

Zachary bajó la mirada hacia mí y me preguntó: "¿Por qué te ríes?".

"De repente siento que ya no soy de perfil bajo".

Zachary levantó la ceja en señal de confusión.