El Amor Eterno romance Capítulo 1613

Joshua llevaba una gabardina roja y tenía un aspecto muy llamativo.

Sonreí y le dije: "Eres guapo".

"Vamos. No quiero que Maurice espere demasiado".

Salimos de la montaña en coche, y no fue un viaje tan largo. Sin embargo, Ralph se aburrió rápidamente, así que Joshua cargó a Ralph mientras jugaba con él.

Una vez que llegamos al final de la montaña, me puse en contacto con Maurice de nuevo.

Maurice me envió la ubicación, así que fuimos a encontrarnos con él en coche. Estaba cerca de la sala de eventos para el combate de boxeo.

Llevé a Ralph conmigo y le pregunté: "¿Esperaste mucho?".

Maurice nos miró con frialdad. Dijo: "En realidad, no".

Mejor dicho, solo miraba a Joshua de esa manera.

No quería quedarme en absoluto. Además, había venido con mi hijo. Como creía que ya había ayudado suficiente, quise actuar como si hubiera recibido una llamada de Zachary para poder marcharme.

Llevé a Ralph y seguí a Maurice hasta la sala donde se celebraba el combate. Había mucha gente dentro y todo el público estaba muy emocionado.

Maurice nos llevó a la primera fila. Durante todo ese tiempo, no le dirigió ni una sola palabra a Joshua. Si había algo, me preguntaba a mí primero.

Yo solo le respondía superficialmente, porque ni siquiera estaba segura de cómo responderle.

Pasaron unos cinco minutos cuando fingí la llamada telefónica. Entonces, vi una cara familiar: Lucas Moore.

Hacía casi un año que no nos veíamos y se veía mucho más delgado, aunque igual de encantador.

¿Por qué estaba él aquí también?

Como ya le había prometido a Zachary que me mantendría siempre alejada de Lucas, le dije a Maurice: "Zachary acaba de ponerse en contacto conmigo y me ha pedido que me reúna con él. Pueden ir ustedes. Volveré a ver el combate si tengo la oportunidad en el futuro".

Maurice me hizo una pregunta mordaz: "¿Estás evitando a Nébula?".

Me quedé sin palabras. Entonces, volví a mirar al lado de Lucas. Él no miró en nuestra dirección.

"No me importa por qué te agrada. Su dinero tiene que ser tuyo eventualmente".

Al principio no quise ser una entrometida, pero aun así le bloqueé el paso. Me miró con ojos desconcertados y preguntó: "¿Qué estás haciendo?".

"Lucas es tu hijo, ¿verdad?".

Preguntó en un tono horrible: "¿Qué tiene que ver contigo?".

A juzgar por su mirada, parecía que no me reconocía.

"Lucas es solo un humano. También tiene emociones. Tú eres su madre. ¿Cómo puedes soportar hacerle daño una y otra vez?".

"Señora loca, ¿quién eres tú para él?".

¡¿Quién era yo para Lucas?!

"Somos socios de negocios, pero no somos tan cercanos".