El Amor Eterno romance Capítulo 1632

Ralph asintió tímidamente y dijo: "Me gusta".

Le dije a Zachary: "Se da cuenta cuando lo tratas bien. Alistense rápido. El Tercer Hermano está haciendo el desayuno y estará listo pronto".

"De acuerdo. Ya casi terminamos".

De repente, me acordé de algo y le pregunté: "Por cierto, alguien me dejó dos rosas delante de la sala VIP de la villa de la familia Sean en mi vigésimo sexto cumpleaños. Segundo Hermano, ¿fue tu parte?".

Zachary no lo admitió, pero tampoco lo negó. Me miraba fijamente con una expresión indiferente que era simplemente indescifrable.

Sin embargo, estaba segura de que había sido él, basándome en su reacción.

De repente, mi voz se entrecortó un poco al decir: "Segundo Hermano, estabas enfadado conmigo, pero aun así querías hacer algo bueno por mí. Lo siento mucho. Cuando pienso en lo que sucedió antes, me doy cuenta de mi error. Me siento culpable. Voy a asegurarme de no hacer nada que te haga daño nunca más".

Cuanto más me expresaba, más difícil se me hacía contenerme. Acabé llorando por la culpa.

Zachary terminó de duchar a Ralph mientras decía: "Muy bien, muy bien, ¿por qué estás llorando delante de los niños?".

Respondí a propósito: "Porque el Segundo Hermano siempre cae con eso".

Bella me dijo inmediatamente: "Mamá, llorar es inútil con Papá. Ni siquiera me prestó atención antes. Es inútil".

Me reí y dije: "A Papá le gusta que mamá llore".

Miré a Zachary y le pregunté: "Segundo Hermano, ¿no?".

"¿Cómo te contesto? Puede darle un mensaje equivocado a los niños".

Inmediatamente después, me sermoneó en voz baja: "Hay cosas que puedes dejar de decir. No tienes que competir con nuestros hijos".

Satisfecha con su respuesta, le dije: "Está bien, lo sé".

"Mamá, ¿qué sabes?".

Llevé a Bella abajo y le dije: "No es nada. Bajemos a desayunar. El Tío Joshua ha preparado el desayuno hoy. Hizo tocino, ¡tu favorito!".

Bella me abrazó rodeando mi cuello y preguntó: "¿Tengo que tomar leche?".

"Cariño, no puedes saltártela".

"Me parece que el Hermano Maurice es más joven y guapo", respondió Bella.

Joshua se quedó sin palabras. Lo único que dijo fue que la pequeña nunca se guardaba sus pensamientos. El rencor que se tenían el uno al otro nunca terminaba.

Maurice se inclinó hacia adelante y cargó a Bella en sus brazos. Le preguntó: "¿Dónde está tu padre? Quiero verlo. Además, Leoncita es una niña muy inteligente. Solo le pedí que me llamara Hermano una vez y lo hizo".

"Hermano Maurice, ¿puedes darle caramelos a Bella entonces?".

"Por supuesto...".

La voz de Zachary llegó de repente desde arriba. Dijo: "Bel, viste a Ralph. Necesito hablar con Maurice".

El esfuerzo de Bella por pedir unos caramelos fue un fracaso.

Asentí con la cabeza mientras subía y dije: "Claro".

"Maurice, espérame en la sala de estudio".