El Amor Eterno romance Capítulo 1640

"¿Te doy un poco si me sigues a casa?".

Bella negó con la cabeza y dijo: "Mamá dice que no debo seguir a un extraño. Se enfadará con Bella si se entera de esto".

Lucas la elogió: "Eres muy inteligente".

"Sí. ¡Bella es increíble!".

Lucas dijo casi sonriendo: "Pero no soy un extraño".

"Solo una mala persona no dirá que es una mala persona".

Lucas le recordó: "Cedar me conoce. Además, ya me conociste el otro día junto al río. ¿Por qué no me sigues y otra persona te llevará a casa después?".

Bella pareció ser persuadida por Lucas.

"¿Puedo tomar más caramelos entonces?", preguntó Bella.

"Mm, sí, claro".

Lucas se levantó y abandonó el lugar de combate de boxeo. No mucho después, Lucas cargó a Bella y la metió en su coche. Esperó a que la niña estuviera bien sentada a su lado. Entonces, ordenó en un tono suave: "Que la niña se haya ido conmigo debe mantenerse en secreto".

Nadie debía enterarse de que Isabelle Schick estaba a su lado.

"Sí, Señor. Nos ocuparemos de ello".

Lucas no tenía casa en Ciudad Tong, pero era propietario de un estudio en uno de los condominios. Cuando entraron en la zona residencial, Lucas cargó a Bella en sus brazos y la llevó arriba.

El cuerpo de la niña era muy delicado. También olía a leche. Por alguna razón, Lucas se sintió de repente muy feliz en su corazón.

Era el día más feliz que había tenido en el último año.

Como ya había dado instrucciones claras a sus subordinados antes, cuando entraron en el estudio encontraron muchas cajas de regalo en el centro del salón. Lucas le ordenó a sus subordinados que compraran muchos juguetes y todo tipo de caramelos de diferentes marcas.

Lucas dejó a Bella en el suelo. La niña corrió inmediatamente hacia sus regalos, tomó dos caramelos y volvió a su lado. No se atrevió a tomar demasiados. Dos caramelos ya eran mucho para ella.

"Hermano Lucas, caramelos".

Lucas se acercó a ella y se sentó en el suelo con las piernas cruzadas. Luego, la ayudó a desenvolver uno de los caramelos. Bella tomó el caramelo y se lo metió en la boca. Después, se sentó a su lado.

Aprendió a sentarse como él, con las piernas cruzadas.

Era muy adorable que tanto el adulto como la pequeña se sentaran con las piernas cruzadas uno al lado del otro. A Bella le encantaba hablar y era muy comunicativa.