El Amor Eterno romance Capítulo 1693

Elegí un vestido precioso y de aspecto mágico, tan largo que casi me llegaba al tobillo.

Luego, me trencé el cabello en pequeñas trenzas a ambos lados de la cara. Me maquillé a propósito los ojos de forma exagerada, pero de aspecto puro.

En cuanto bajé las escaleras, me encontré con la mirada desconcertada de Zachary. Le dije: "¿Qué tal, me veo pura e inocente? ¿No me veo como una chica de ensueño? Elegí usar rosado para mi maquillaje de ojos a propósito".

Zachary se quedó perplejo y preguntó: "¿Por qué te pusiste ese vestido?".

"Vamos a tener una cita, así que quería verme joven y guapa. No puedo verme andrajosa a tu lado. Tengo que hacer que todos los hombres te envidien. Cuando pasen por delante de mí y vean mi encanto, sentirán envidia de que te acompañe una belleza así. Ay, Zachary, ¿acaso acabo de alabarme otra vez?", dije mientras me reía

Zachary sonrió sin poder evitarlo y dijo: "Sí".

Bajé las escaleras y lo abracé. Le pregunté: "¿Adónde vamos?".

Me rodeó la cintura con los brazos y me miró profundamente.

"¿Por qué no dices nada?", le pregunté.

"De pronto ya no tengo ganas de salir".

"¿De qué tienes ganas entonces?".

"De ti".

Me quedé sin palabras. Me tomó desprevenida al hablarme de forma provocativa de la nada.

Lo tomé de la mano y salí de casa con él. Eligió un coche negro, así que me senté en él y dejé que me abrochara el cinturón de seguridad. Vio que estaba de muy buen humor mientras me besaba.

Me dijo: "Veo que te recuperaste de tu resfriado".

"Mi querido esposo, gracias por llevarme a divertirme ahora que me siento mejor. ¿Adónde vamos? Todavía recuerdo la primera vez que te seguí a Finlandia. En ese momento, Emmi me secuestró en plena calle".

Zachary preguntó con conocimiento de causa: "¿Te gustaría dar un paseo?".

Zachary sabía todo eso, y me lo dio. Zachary me dio la felicidad más simple y más grande que jamás podría tener.

Quise llorar al darle las gracias.

Zachary era la persona que mejor me conocía en el mundo. También era el único que satisfacía todas mis necesidades y caprichos.

¿Cómo podría no amar a este hombre?

Él siguió conduciendo mientras yo me ahogaba en mis emociones. Me quedé en silencio mientras él seguía conduciendo.

Zachary habló de pronto y preguntó: "Tengo una pregunta".

Pregunté sin pensarlo mucho: "¿Qué tipo de pregunta?".

"¿Cuál es la cosa de la que menos te arrepientes?".