El Amor Eterno romance Capítulo 1702

Zachary era un hombre estoico y frío. Cuando se encontró con mi pregunta, intentó fingir que no la escuchaba y simplemente me ignoró.

Sin embargo, yo sabía en qué estaba pensando.

Después de haberme acercado a él los últimos años, lo conocía muy bien.

Zachary preguntó: "¿Quieres huevos?".

"Sí, claro".

Miré a un lado y observé a Pastor Uno y a Pastor Dos, que esperaban junto a la puerta. Me apiadé de ellos y le dije a Zachary: "Afuera está lloviendo y tienen un aspecto lamentable. Deja que entren y duerman aquí. Pueden dormir junto a la puerta".

Logré convencer a Zachary, y me dijo amablemente: "Como quieras".

Los llamé y grité: "Pastor Uno, Pastor Dos, entren".

Cuando escucharon mi orden, ambos corrieron hacia nosotros y se acostaron obedientemente frente a la puerta de la cocina.

Observé a Zachary mientras preparaba los ingredientes. Una vez que terminó de limpiar las verduras, me acerqué a él y me apreté con fuerza en su abrazo.

Se sobresaltó un poco y preguntó: "¿Qué intentas hacer?".

Mis labios rozaron los suyos mientras le preguntaba: "¿Qué tú crees?".

...

"El agua de la olla se secó".

"Lo siento. La volveré a llenar por ti".

El hombre era tan gentil con todo lo que decía.

...

Todavía no tenía sueño después de la comida. Zachary estaba de buen humor, y me acompañaba a ver un programa de televisión.

Cuando el programa se estaba acabando, le dije que el televisor me parecía demasiado pequeño, así que encendió el proyector por mí. Fue muy gentil conmigo, así que yo también acomodé mis piernas en su abrazo. Me puso las palmas de las manos en las piernas para darme calor. Mientras veíamos el programa, me fue entrando sueño y me quedé dormida.

Cuando me desperté de nuevo, ya era la mañana siguiente.

Zachary no estaba en nuestra habitación, así que me puse los zapatos antes de salir a buscarlo, pero no encontré al hombre en la sala tampoco. Entonces, me volteé y fui a buscarlo a la sala de estudio.

Abrí la puerta y lo encontré allí, practicando su caligrafía. Zachary tenía la costumbre de practicar en su tiempo libre.

"¿Qué estás escribiendo?".

Me acosté a su lado y estudié lo que escribió. Leí lo que escribió en voz alta.

"Ella durmió hasta que el sol se alzaba en lo alto, pues la bendita noche era corta. Desde entonces, el monarca ya no celebró la corte matutina".

No quería volver al hospital en absoluto. Me sentía más cómoda estando en casa.

Ya que temía que me llevara de nuevo al hospital, tomé de inmediato el pincel de su mano e intenté escribir un poco. No tenía talento para la caligrafía, así que solo practicaba escribiendo mi propio nombre.

Me costó mucho esfuerzo y mucho tiempo escribir sin problemas hasta que él aceptó mi trabajo. Luego de eso, me hizo escribir su segundo nombre.

Su segundo nombre era Spiegel.

Era un nombre difícil de escribir, ya que tenía muchos giros y vueltas.

Era un nombre complicado.

"No puedo escribir sin una pluma afilada".

Quise retirarme, pero Zachary se dio cuenta. Entonces me sujetó el dorso de la mano y me guió para que escribiera su segundo nombre.

A veces, los milagros ocurrían.

Aunque se me daba fatal la caligrafía, su nombre apareció perfectamente sobre el papel después de que él me guiara. Cada uno de los trazos de la palabra "Spiegel" se veía encantador.

"Segundo Hermano, si te especializas en caligrafía, probablemente te convertirás en un gran artista. Parece que no hay nada que no puedas hacer. Te tengo mucha envidia".

El hombre se mantuvo firme ante mis elogios y dijo: "No intentes complacerme".