El Amor Eterno romance Capítulo 1716

Desde el fondo de mi corazón, estaba en desacuerdo con el hecho de que Wallace y Yara quisieran convertir a Lucas en el chivo expiatorio. Sin embargo, Wallace ya había tomado una decisión. Siempre era difícil hacerlo cambiar de opinión después de haber decidido algo. Sabiendo eso, actué como si no me importara y lo dejé ser.

De todos modos, fueron ellos los de la idea, no tenía nada que ver conmigo. No fui yo quien arrastró a Lucas en esto. Ya estaba haciendo mi parte al informarle a través de Chuck. Dado que le pasé el mensaje a través de Chuck, debería haber entendido que intentaba mantener la distancia de él.

Lucas y yo volvimos a ser extraños hace mucho tiempo. No podía hacer más que rezar por él en mi mente.

Esperaba que tuviera una vida feliz.

Wallace agitó su mano y dijo: "¡Bambi, debemos irnos!".

Bambi volvió a perseguir a las palomas de antes. Luego de que Wallace la llamó, corrió inmediatamente al lado de Wallace y preguntó: "¿Adónde?".

"Te llevaré de vuelta al hotel. El asistente se ocupará de ti".

Bambi sacudió la cabeza y dijo: "Quiero quedarme contigo".

"No tengo tiempo para ti. Será mejor que seas una buena niña y esperes en el hotel. Cuando termine, te llevaré a Suiza a esquiar".

Bambi preguntó expectante: "¿Mami también irá?".

"Ni siquiera soy cercano a tu madre. ¿Por qué debería ir?".

Al escucharlo, Bambi bajó la cabeza decepcionada.

Todos llevamos a Bambi de vuelta al hotel primero. Luego, Wallace se puso un atuendo elegante y se fue con nosotros. Me quedé mirando su ropa con asco y pregunté: "¿No puedes ponerte otra cosa?".

"Quiero que a Joy no le guste lo que me pongo".

Me quedé confundida y pregunté: "¿Por qué?".

"Para que deje de tener los ojos puestos en mí y deje de molestarme con mensajes cada vez que quiera. Mira mi teléfono. Está lleno de sus mensajes. Es muy molesta y no es nada femenina".

Wallace me pasó su teléfono. Lo tomé y, junto a Yara, ojeé con curiosidad los mensajes de Joy. Todos eran dulces palabras de Joy.

Además, Joy lo invitaba constantemente a divertirse en Islandia una y otra vez, pero Wallace nunca respondía a ninguno de sus mensajes.

El problema era que a Joy no le importaba en absoluto. No solo eso, sino que le preguntaba cómo estaba con frecuencia.