El Amor Eterno romance Capítulo 1725

Wallace advirtió con su voz fría: "¡Ya te dije que no es asunto tuyo!".

Florence se sujetó al brazo de aquel hombre y se sentó deliberadamente justo enfrente de Wallace y Joy. Ese hombre era del tipo tranquilo, y parecía que tampoco tenía interés en tal evento.

Lo único que tenía en sus ojos era la mujer sentada a su lado.

Ninguno de los cuatro hablaba. La subasta comenzó con su primer artículo. Muchos estaban interesados en él; se trataba de una pintura al óleo del siglo XIX. El segundo artículo fue una pieza de bronce antigua.

La subasta de los siete primeros artículos se completó. Cuando el octavo artículo llegó, el hombre que estaba al lado de Florence preguntó: "Recuerdo que te gusta el jade. Este es un buen artículo. ¿Te gusta?".

Florence bajó la cabeza, asintió y dijo: "Me gusta".

El hombre le pasó el brazo por encima de su hombro y le dijo: "Entonces haré una oferta por ti".

La acción de aquel hombre hizo que la expresión de Wallace se hundiera por completo.

Maldijo y resopló: "Qué desagradable".

Joy sonrió y dijo: "Pienso lo mismo".

"¡Deberías callarte!", le replicó Wallace.

Joy dijo ignorantemente: "Wally, a mí también me gusta el jade. ¿Puedes hacer una oferta por mí? Te daré el contrato si lo haces. Es un intercambio en el que todos ganan".

¡Joy era muy generosa! Estaba dispuesta a cambiar el contrato por esa pieza de jade.

¿Qué era tan especial acerca del jade?

Joy solo quería arrebatárselo a Florence.

La subasta del jade comenzó oficialmente…

Con una oferta inicial de quinientos mil dólares.

El hombre al lado de Florence dijo el precio: "Un millón".

Los otros empresarios en la subasta no estaban tan interesados en la pieza de jade. Solo hicieron unas dos ofertas y abandonaron la puja. La última oferta hecha por el jade se situó en dos millones. Fue hecha por el hombre al lado de Florence.

Joy gritó: "¡Wally!".

Le gritó a Wallace para que la ayudara a hacerse con el artículo de la subasta.

Wallace no tenía ninguna paciencia con Joy. Nunca tuvo la intención de ayudar a Joy en la subasta. Sin embargo, no podía soportar mirar al hombre junto a Florence.

Era testarudo y cabeza dura. Sabiendo eso, tenía una idea aproximada de lo que haría.

Como se esperaba, Wallace se unió a la oferta y gritó una oferta altísima: "Cinco millones".

¡¡Cinco millones!!