El Amor Eterno romance Capítulo 1749

Lance repitió con voz suave: “No nos conocemos”.

“Oye, ¿eso es lo único que sabes decir?”.

Lance ignoró su pregunta, y me pidió ayuda para vigilar el desayuno de Yara. Después de eso, se quitó los zapatos y entró en la carpa.

Chris se quedó mirando la comida todo el tiempo con ojos ansiosos.

Le recordé: “Es para Yara”.

“Ella no podrá terminarlo todo de todos modos”.

Me quedé sin palabras.

“Lance le preparó un desayuno especialmente delicioso. ¿No pescaste algo anoche? Puedes comer algo de pescado para saciar tu hambre”.

“No tengo tanta hambre. Es solo que su comida se ve muy apetecible”, respondió Chris.

Luego de decir esto, él volvió a su tienda y sacó una mochila. Lo trajo consigo y se sentó a mi lado. Observé mientras sacaba algunos paquetes de bocadillos de nueces de la bolsa. Los abrió y metió algunas nueces en su bolsillo. Luego, puso algunas en mi bolsillo también.

Dije sorprendida: “Incluso trajiste tus propios bocadillos”.

“Es muy aburrido viajar. No es como si tuviera una mujer que me acompañe como Zachary y el otro tipo. Entonces, solo puedo pasar mi tiempo comiendo bocadillos para matar el tiempo. Para ser honesto, tengo mucha envidia de Zachary. Él tiene una mujer tan hermosa como tú…”.

Chris era realmente persistente, a pesar de tener el corazón roto.

Lo interrumpí: “Si sigues diciendo tonterías, se lo diré a Zachary. Es un hombre fácilmente celoso. Tal vez te golpee”.

“Bien. Me callaré”.

Después, Chris sacó un puñado de bocadillos de su bolsillo y comenzó a tragar.

“Tu hombre se ve muy serio estudiando el telescopio. Se ve apuesto”.

“Conozco la belleza de Zachary mejor que tú”, dije.

“Pff. Eres demasiado presumida”.

Tenía respeto por el lenguaje cathysiano de Chris. No tenía acento, y podía usar bien sus palabras. No solo eso, sino que su tono era natural.

Algunas personas mayores disfrutaban del fuego en el interior. Cuando nos vieron, rápidamente se levantaron y nos dijeron algo.

No pude entenderlos. Sonaban como si hablaran en un dialecto local.

Zachary les respondió con el mismo dialecto.

Los ancianos se rieron después de escuchar lo que dijo Zachary. Algunos de ellos fueron a buscar los trineos, y otros fueron a traer los perros del trineo. Conté catorce perros. Había malamutes de Alaska, perros siberianos y samoyedos.

Zachary charló un poco con ellos en el idioma local. Luego, tomó mi mano y volvió al coche.

Le pregunté: “¿De qué hablaron hace un momento?”.

“Les hice una solicitud. Alquilaremos sus trineos por un día. Ellos enviarán los trineos a nuestra ubicación más tarde. Hay más espacio allá”.

“Segundo Hermano, ¿puedes hablar su idioma?”.

Zachary encendió el motor y condujo mientras explicaba: “Estoy más familiarizado con el norte de Europa, así que sé una o dos frases. Regresemos al campamento primero”.

“Otra cosa. ¿Quieres alquilar unos esquís?”, pregunté.