El Amor Eterno romance Capítulo 1777

Traje a Bella ya Ralph conmigo y salí del coche.

Bella todavía estaba intrigada por las flores de osmanto cuando las recibió, pero perdió interés en ellas después de haberlas sostenido por un tiempo. Quería tirar las flores, pero a mí me pareció un desperdicio.

Mientras esperábamos a Cedar, pasé mi tiempo haciendo una corona con las flores, e hice que Bella se la pusiera en la cabeza.

El dulce aroma de las flores de osmanto irradiaba de ella mientras la besaba.

Le pregunté a Ralph: “¿Tú también quieres una? Mamá te hará una corona de flores”.

Ralph negó con la cabeza y dijo: “¡No la quiero! Es muy femenina”.

Le pregunté con una sonrisa: “¿No te gusta porque es demasiado femenina?”.

Ralph asintió y dijo: “Sí. Es femenina”.

“Está bien. ¿Puedes sostener tus flores?”.

Ralph asintió obedientemente.

No mucho después, los guardias finalmente abrieron la puerta del campus.

Los estudiantes fueron saliendo gradualmente de la escuela, pero en su mayoría eran los estudiantes más jóvenes de las clases menores. No había muchos estudiantes de las clases de último año.

Me pareció extraño, así que le pregunté a otros padres que también esperaban a sus hijos.

Uno de los padres me dijo que los estudiantes que se iban eran de las clases menores. Parecía que había una reunión de padres y maestros para las clases de último año ese día.

Cedar estaba en su tercer año en la escuela secundaria, ya que se había saltado unos grados el año pasado. Él era un niño inteligente, y aprendía todo rápidamente. No solo eso, también tenía tutores privados en casa.

Él pasaba la mayor parte de su tiempo después de la escuela en sus estudios. Sin importar lo complejas que fueran sus tareas, podía digerir todo el conocimiento y la información que sus maestros le daban. Incluso hubo algunas veces en las que lo vi quedarse despierto hasta tarde para estudiar. Para ser sincera, hubo momentos en los que me sentí mal por Cedar.

Él se presionaba demasiado.

A veces, trataba de persuadirlo para que no se esforzara demasiado. Sin embargo, él respondía que quería dar su mejor esfuerzo en su vida. “Madre, esto es lo que debería estar haciendo. No tienes que preocuparte por mí. No creo que tenga una vida difícil. En cambio, me siento más satisfecho con esto. Me gusta estar ocupado”.

Dijo que no creía que su vida fuera difícil, al igual que Lucas nunca se sintió triste por sí mismo. No pensaron que mi simpatía fuera necesaria. Desde entonces, rara vez había consolado a Cedar. Él era un niño auto-disciplinado y sensato. Sabía que estaba haciendo lo que más quería hacer.

“¿Van a tener una conferencia de padres y maestros?”.

Uno de los padres a mi lado preguntó: “¿Tu hijo está en una clase menor?”.