El Amor Eterno romance Capítulo 1837

Ya que ella nació en la familia Schick, no tenía que preocuparse por la vida. Nació con una cuchara de plata en la boca.

Estaba destinada a vivir de forma despreocupada por el resto de su vida. Incluso podría ser una persona orgullosa y valiente.

Isabelle sonrió y dijo con alegría: “Padre me ama y me da libertad”.

Lucas no pudo evitar sonreír al ver su sonrisa.

“Eso es bueno. Bella, puedes ser una persona libre y vivir como la mejor versión de ti misma. Eso es grandioso. Escuché que has estado aprendiendo parkour en los últimos dos años. ¿Fue duro? ¿Ya tienes alguna mejora significativa?”.

Al escuchar eso, Isabelle dijo angustiada: “Es difícil. Me la pasaba cayéndome y tenía moretones por todo el cuerpo. Sin embargo, tuve una gran mejora. Pero luego estuve ocupada en la Clase Menor, así que rara vez practicaba. Puedo retomarlo una vez que tenga mis largas vacaciones. Decidí ir a Europa primero y buscar a mi viejo maestro para seguir aprendiendo. Después de eso, me iré de aventura. Tal vez pase varios meses allá antes de volver a casa”.

“Está bien, siempre que hayas hecho los arreglos necesarios”.

Las dos personas continuaron jugando al ajedrez, e Isabelle continuó parloteando sobre otras cosas todo el tiempo.

Cuando estaba a punto de irse, Lucas le recordó: “Ya te dije antes que tu Hermano Cedar es una persona solitaria. Deberías pasar más tiempo con él”.

“Ay, está bien”.

Después de que Isabelle se fue, alguien abrió la puerta del dormitorio desde adentro. Cedar salió del dormitorio.

Luego se sentó donde Isabelle se había sentado antes, y continuó el juego de ajedrez.

Lucas preguntó inteligentemente: “¿Acaso la estás evitando por lo que dijo?”.

El hombre dijo: “Yo la puse incómoda”.

Lucas movió la pieza del rey a otra posición y le recordó a Cedar: “No puedes apresurarte a lograr tu objetivo. Te he enseñado ese concepto desde que eras joven. No solo eso, sino que debes asegurarte de actuar en la forma que dijiste. Bella no es una chica que elegirá a su pareja a la ligera”.

“Al contrario, tiene una idea profunda y madura sobre lo que quiere. Lo que le dijiste hizo que sonara como si te estuvieras conformando con ella. Sé que esos no son tus verdaderos pensamientos. Sé que tienes miedo de que te evite si confundes tus verdaderos sentimientos por ella”.

Lucas identificó el problema y dio en el clavo.

El estado de ánimo de Cedar decayó después de escuchar las palabras de Lucas. Cedar respondió: “Ya lo sabes todo”.

Lucas continuó guiando a Cedar: “No lograrás tu objetivo si eres demasiado impaciente. Bella es el tipo de persona que solo se dará cuenta por sus propias conclusiones. Debes dejar que se acostumbre a tu compañía primero. Deberías estar ahí cuando ella te necesite. ¿Lo comprendes, Cedar?”.

Lo que Lucas le dijo a Cedar fue exactamente lo mismo que Zachary le había dicho.

Cedar de repente se dio cuenta de que se había vuelto demasiado agresivo con Isabelle. Se sintió aliviado después de conocer el problema.

“En cuanto a Isabelle, lo planificaré y lo tomaré con calma”.

Isabelle tenía mucha envidia de la relación de sus padres.

Zachary arrancó una flor de Eustoma rosa y dijo: “Leoncita, necesito recordarte algo. Cuando tu Madre me mira, me mira como a un amante. Ella piensa que soy solitario porque se sintió triste por mí”.

Isabelle se sobresaltó. Rápidamente se puso de pie e inmediatamente se ahogó en la impotencia.

Ella dijo: “Papá, ¿estás diciendo que miro a Hermano Mayor como si fuera mi amante? ¿Cómo es eso posible? ¡Mamá me matará si se entera!”.

Zachary continuó y arrancó otra flor de Eustoma, de color verde claro. Señaló el problema principal y le dijo: “Ves, no has negado que te gusta Cedar. Tu primera reacción es que tienes más miedo de que tu Mamá te golpee”.

Zachary era el alcahuete perfecto para Cedar.

Ya que Zachary era el padre de Isabelle, ella se tomaba muy en serio sus palabras. No solo eso, sino que pasaría su tiempo reflexionando sobre esa pregunta una y otra vez.

Zachary estaba claro de esto. Por eso se lo señaló a Isabelle. No era porque deliberadamente quisiera ayudar a Cedar. Más bien, sintió que su queridísima hija era un poco lenta en ese aspecto. No tenía la mente lo suficientemente clara como para comprender sus verdaderos sentimientos.

Si él no la ayudaba a aclarar las cosas, probablemente no entendería por qué se entristecía cuando Cedar se enfadaba con ella. Probablemente no se habría dado cuenta hasta dentro de un año o más. O incluso podría olvidarse de eso con el tiempo.

“¡Papá, vas a perderme si sigues con eso!”.