El Amor Eterno romance Capítulo 1840

Isabelle fue la culpable de que Joshua sufriera ese castigo.

¡¿Dónde estaba ella en ese momento?!

Isabelle se escondió rápidamente en la Clase Menor y se negó a siquiera asomarse. Joshua no la había vuelto a ver desde entonces, hasta que ella se le acercó obedientemente y le dijo que le había comprado un regalo.

Joshua puso los ojos en blanco y la ignoró.

Isabelle rápidamente volvió corriendo a su habitación, ya que Joshua no le reclamó al respecto.

Las bolsas de compras estaban desordenadas por todo el sofá y el suelo. Este era el resultado del derroche de Isabelle en la joyería. Y por supuesto, fue Cedar quien pagó por ella.

Ella se sentó en el suelo y abrió cada una de las bolsas. Luego, eligió el anillo masculino más bonito que encontró y lo dejó a un lado. Quería dárselo a Joshua más tarde.

Una vez que eligió el anillo, fue al baño a ducharse.

Se cambió a una cómoda camiseta blanca de manga corta y pantalones cortos, ya que estaba en casa.

Ella llevaba el anillo en su collar desde que nació. Nunca se quitaba el collar, incluso si tenía otros collares que le gustaran. Cuando mucho, usaría otro collar junto con el que ya tenía puesto.

Isabelle se puso sus pantuflas y bajó las escaleras. Cuando llegó a la escalera, vio a otra persona sentada junto a Joshua.

Esa persona se veía familiar desde atrás.

Recordó que su madre le dijo que lo había contactado para que viniera también.

Isabelle no tenía prisa por bajar. En cambio, se quedó parada en la escalera y observó al hombre en silencio.

Él era demasiado guapo y encantador para ella.

Isabelle solía ser invadida por esos mismos pensamientos cada vez que pensaba en Cedar. Cuanto más lo miraba, su corazón gradualmente comenzaba a latir más rápido.

Joshua se dio la vuelta y sin querer vio a Isabelle junto a la escalera. Se dio cuenta de cómo se veía fascinada mientras miraba en su dirección.

Joshua preguntó: “Leoncita, ¿qué estás mirando?”.

“Tío Joshua, ¿por favor perdona a Bella?”.

Joshua respondió de inmediato: “No”.

Isabelle sacó rápidamente el anillo y dijo: “¡Mira esto! ¡Elegí esto de la joyería, especialmente para ti! Es un anillo de diamantes, se ve bien y grandioso. Se adapta particularmente a tu aura. ¡Tío Joshua, por favor, no estés enojado!”.

Isabelle hizo un puchero después de hablar. Luego miró disimuladamente a Cedar de reojo mientras miraba a Joshua.

Cedar se veía tan frío como siempre. ¡Ella no podía notar la más mínima diferencia en su estado de ánimo! Todavía se veía igual, a pesar de que habían estado en una situación extremadamente incómoda antes de que se separaran por la tarde.

Isabelle se dijo a sí misma que no debía pensar demasiado en eso, ya que Cedar estaba actuando con tanta calma.

Ella pidió ayuda y dijo: “Hermano Mayor, ayúdame, di algo”.

Al escuchar eso, Cedar finalmente habló con frialdad.

“¿Qué?”.