El Amor Eterno romance Capítulo 1868

Tom bajó la pantalla de proyección del segundo piso.

Le informó a Isabelle: “Señorita, el video editado nos será enviado pronto”.

Isabelle preguntó: “¿Qué hay de las rosas?”.

“Están en camino. No será un problema”.

“Bien. ¿Qué hay del pastel y el cartel de cumpleaños?”.

Ella no podía dejar atrás el pastel de cumpleaños. ¡Era una oportunidad justificada para que ella comiera dulces!

Naturalmente, ella no pagó nada con su tarjeta. ¡Lucas fue quien pagó todo por ella!

De repente, se sintió agraviada por la estricta vigilancia de Caroline.

Quería tener una conversación adecuada con su madre cuando regresara a casa. Sin embargo, ¡nunca podría controlarse de comer bocadillos sin la supervisión de su madre!

Ella suspiró. En ese caso, ¿entonces debería dejar de comer bocadillos? Sin embargo, ¡dejar de comer bocadillos la mataría!

Después de todo, tenía un trastorno alimenticio.

Bueno, ella tenía su cuenta de salario con una tarjeta, pero…

Ella nunca necesitó usar su propio dinero. Además, ya estaba acostumbrada a gastar usando la tarjeta complementaria de Caroline desde que era joven. Como ese era el caso, le dijo a su padre que invirtiera todo su salario en otras cosas.

Planeaba retirarlo más tarde, cuando necesitara dinero. No le hacía falta tenerlo disponible todo el tiempo.

Podría usar esa suma de dinero como su fondo de emergencia, pero eso interrumpiría su plan. ¡Quería retener esa suma de dinero para hacer crecer su riqueza!

Quería ganar más dinero, pero no porque fuera pobre. Más bien, sentía que estaba creando valor al dejar que su dinero creciera.

“Voy a colgar el cartel en el tercer piso ahora. Lo pondré encima de la pantalla del proyector. El pastel ya llegó, así que lo puse en la sala de estar”.

Isabelle sonrió de oreja a oreja y exclamó: “¡Gracias por tu arduo trabajo!”.

“Bien”, respondió Isabelle. “¡Esperaré entonces!”.

Isabelle viajó demasiado durante los últimos dos días, por lo que ya estaba exhausta. A pesar de su cansancio, se obligó a permanecer despierta. Le preocupaba que su cabello y maquillaje se desordenaran.

Aproximadamente una hora después, el asistente de Cedar finalmente le informó a Tom que Cedar estaba de camino a casa. Llegaría en media hora.

En ese momento, ya eran las once. Eso significaba que Cedar llegaría a casa alrededor de las once y media. Todavía faltaba media hora para el día de su cumpleaños.

Diez minutos más tarde, Isabelle les indicó a todos que encendieran las velas.

Todas las seiscientas velas estaban encendidas. Las velas en los candelabros eran aromáticas, así que, cuando se encendieron, un olor agradable invadió la villa.

Isabelle olió y comentó: “Huele tan bien”.

“Señorita, el Señor Yach llegará en cinco minutos”.