El Amor Eterno romance Capítulo 1896

Era la víspera del Año Nuevo Lunar al día siguiente.

Después del desayuno, todos se reunieron para decorar la villa con las escrituras de caligrafía y otras decoraciones.

A todos se les asignó una tarea. Isabelle tomó un par de escritos de caligrafía y siguió a sus dos hermanos.

Isabelle le preguntó a Raphael: “¿Dónde está la Hermana Jade?”.

“Ella se resfrió, así que todavía está durmiendo”, respondió Raphael.

“Oh. Cuando hablé con la Hermana Jade anoche, sentí que algo la estaba molestando. Hermano, ¿acaso la estás tratando mal? Ya eres un adulto. Nunca debes lastimar a una chica. Además, la Hermana Jade… Siempre me ha parecido que se siente muy sola. Parece que ella no se siente segura y protegida”.

Raphael dejó de caminar y preguntó: “¿Le está molestando algo?”.

“Eh, sí. Siento que tiene algo en mente. Ella también me hizo una pregunta. Me preguntó qué debería hacer si quería renunciar a algo que no quiere dejar”.

Raphael le preguntó lo importante: “¿Renunciar a algo?”.

Inmediatamente después, él puso el farol en manos de Isabelle y le dijo: “Tengo que irme. Vendré a ayudarlos más tarde. ¡O no, mejor olvídenlo, se los dejo a ambos!”.

Raphael se fue a toda prisa.

Isabelle miró a Cedar con una mirada impotente. “Hermano Mayor. Somos los únicos que quedamos colocando las decoraciones y colgando los faroles”.

“Vamos. Terminemos lo que Madre nos dijo que hiciéramos”.

Él se refería a Caroline como Madre, y ella también la llamaba Madre. Isabelle no sentía que hubiera nada de malo en eso. Se sentía como si fueran hermanos biológicos.

Las dudas sobre sus sentimientos… ¿Acaso de verdad estaba enamorada?

Isabelle tenía dudas, pero las ignoraba, y nunca las comentaba.

Cedar llegó al lugar que Caroline les había indicado. Empezó pegando los adornos, con Isabelle ayudando a su lado. Después de que terminaron de decorar el área, comenzaron a colgar los faroles.

Una vez que Cedar colgó todos los faroles, se dio vuelta y vio a Isabelle jugando con la tierra del suelo. Se había puesto en cuclillas y estaba jugando con un palo.

Cedar sintió una sensación cálida al observarla.

Él ayudó a colgar las decoraciones y los faroles. Era la primera vez que participaba en cosas de una vida familiar ordinaria.

Aunque él vivió con Caroline y el resto de la familia durante dos años, pasaron demasiadas cosas durante ese tiempo. Como resultado, no pudieron disfrutar de un muy buen año. Por eso mismo no tenían mucha dedicación al decorar su casa en ese entonces.

“Isabelle, te tengo envidia”, soltó Cedar.

Isabelle levantó la mirada y lo miró con una expresión perpleja.

Verifique o captcha para ler o conteúdoVerificar