El Amor Eterno romance Capítulo 1973

Esa era la única disculpa que había dado en toda su vida, pero no fue tan difícil para él disculparse con ella.

Isabelle respiró hondo y tardó un rato en calmarse. Finalmente, le lanzó a Cedar una mirada fría mientras lo observaba.

Cedar la acompañó, y la dejó mirarlo tanto como quisiera.

“Vamos a casa. Estoy cansada”, dijo Isabelle de repente, como si nada hubiera pasado.

Cedar tomó su mano con fuerza.

“Está bien”, respondió él.

Durante todo el camino de regreso, Isabelle permaneció en silencio. Solo apoyó la cabeza contra la ventana mientras observaba el paisaje exterior.

Cedar sabía que estaba de muy mal humor, así que no dijo nada que la molestara. Sabía que lo que hizo la afectó mucho, ya que ella era muy sensible al tema. Solo pudo comunicarse con ella después de que regresaron a la villa.

Llegaron de regreso a la villa en dos minutos. Isabelle abrió la puerta primero y se bajó del coche. Luego entró rápidamente en la villa, y corrió a través de la sala de estar y la escalera hasta su dormitorio.

Cedar se paró frente a la puerta principal y le preguntó a sus subordinados: “¿Dónde están esas personas?”.

“Los hombres de la Señorita Schick los ataron”.

Cedar de repente miró a Tom y preguntó con frialdad: “Sabías que Isabelle me estaba buscando, así que, ¿por qué no me informaste de inmediato?”.

Tom preguntó sorprendido: “¿Por qué debería informarle?”.

“Expusiste su secreto. Ahora estás de mi lado. Todo lo que acaba de suceder fue después de que me expusiste sus secretos”.

Tom se quedó sin palabras. Él también estaba de mal humor, y sabía que Cedar esperaba una explicación.

Tom cedió a sus demandas y respondió: “Te mantendré informado en secreto a partir de ahora”.

Cedar le preguntó: “¿Cuál es la comida favorita de Isabelle?”.

“Señor Yach, la comida no mejorará nada ahora”, respondió Tom.

Tom también se sintió molesto. Fue su culpa por exponer los secretos de Isabelle a Cedar antes. Sin embargo, estaba atrapado en una posición realmente indefensa y no tenía otra opción.

Después de eso, Cedar volvió a la sala de estar. Eligió algunos chocolates de las golosinas que Bambi compró y se los metió en el bolsillo antes de subir las escaleras.

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