El Amor Eterno romance Capítulo 2001

¿Qué resultado quería?

La propia Isabelle no sabía en ese momento. Aunque sabía que no era razonable exigir una ruptura, no podía hablar y pedir reconciliarse con él.

Si lo hacía, sólo conseguiría que Cedar pensara que estaba bromeando.

Además, Cedar no estaría necesariamente de acuerdo con la reconciliación. Después de todo, su cambio de actitud hacia ella era demasiado evidente.

Lo que le mostraba a ella era como decirle “no soy cercano a ti”.

"Sólo quiero hablar contigo. Siento que debemos hablar de esto. Aunque ya no eres mi novio, sigues siendo mi Hermano Mayor. Hermano Mayor, sigo siendo tu Bella", dijo Isabelle.

Hermano Mayor...

Cedar se burló: "Haz lo que quieras".

Se dio la vuelta, en un rechazo rotundo a continuar la conversación.

Isabelle suspiró, pero se sintió muy aliviada en el fondo. Por lo menos, había logrado decirle la mayoría de las cosas que quería decir. Al menos su relación no seguía tan rígida como antes.

"Hermano Mayor, haré todo lo posible para demostrártelo".

Ella haría todo lo posible para enfrentar su pasado. Una vez que la expedición terminara, ella... ¿Tendría realmente la valentía para entonces?

Murmuró en su mente: ‘Lo haré, te lo aseguro’.

"Buenas noches, Hermano Mayor".

Isabelle subió la cremallera y regresó a su tienda. Elena no volvió a la tienda para descansar. Estaba dormida cuando notó que había alguien a su lado.

Abrió los ojos y vio el hermoso y tranquilo rostro de Elena.

Isabelle sonrió y la saludó: "Elena".

"Isabelle, yo...".

Isabelle la abrazó y dijo: "Vamos a dormir".

"¿Quién te pegó en la cara?".

Elena negó con la cabeza y dijo: "Me caí".

Elena mintió, ya que no quería que Isabelle se sintiera preocupada. Después de todo, ella podía resumir la historia de sus antiguas heridas sin decir mucho. Sin embargo, si alguien volvía a abusar de ella...

Estaba segura de que Isabelle se preocuparía.

Para Elena, la historia de cómo se lastimó en el pasado podía ser fácilmente descartada. Nunca se pondría triste a causa de su padre. Además, se acostumbró a ello después de los constantes abusos.

Para Isabelle era diferente.

Isabelle nunca había experimentado dolor, por lo que no logró superar esa experiencia traumática. Por eso, el corazón de Isabelle se fue enfermando desde entonces.

Sin embargo, el corazón de Elena era de acero. Naturalmente, ella también se sentía triste a veces, pero se había acostumbrado a sanar sus heridas.

"Isabelle, ¿qué hay de las cicatrices de tu cuerpo?".