El Amor Eterno romance Capítulo 2012

Su ataque de ansiedad no se debió a su experiencia traumática. En cambio, estalló debido a su inmensa preocupación por Cedar. Por eso se reía.

Aunque todavía estaba enferma, los factores de su enfermedad habían cambiado.

Tom sintió que algo no estaba bien con Isabelle. Acató su órden y la sujetó. Isabelle entró en un ataque de pánico y se puso muy ansiosa. Quería ver a Cedar.

Su deseo de verlo casi la hizo caer y colapsar por completo.

“Tom, quiero ver a Hermano Mayor”.

“Señorita Schick, volveremos a ver al Señor Yach en dos días”.

“Todo es mi culpa. Insistí en escalar el Monte McKinley”.

Ella se ahogó en su tristeza, sentimientos de depresión e impotencia mientras se culpaba a sí misma.

“Señorita, no puede culparse por ello. Nosotros fuimos los que insistimos en buscarla. No hizo nada malo. ¿Continuamos el viaje?”.

Tom la convenció pacientemente. Sin embargo, correr hacia Cedar era la única forma de aliviar sus emociones.

“Pongámonos en marcha. Quiero verlo”.

Isabelle se arrastró y se apresuró en su camino montaña abajo. Estaba extremadamente fatigada por la severa falta de sueño, y su ataque de ansiedad solo empeoró las cosas.

Siguió riendo y llorando incontrolablemente en el camino hacia abajo. Se sentía indefensa e impotente. Sus emociones se hundieron hasta lo más bajo.

Después de otro día de viaje apresurado, Isabelle estaba completamente exhausta y tropezó mientras caminaba. Afortunadamente, Tom la cuidaba constantemente. A veces, Isabelle simplemente descansaba donde caía y se sentaba allí. Una vez que descansara, seguía caminando.

Tom le daba algo de comer y algo caliente de beber para mantener su temperatura alta cuando descansaba. Hizo todo lo posible para cuidarla.

Al cuarto día, finalmente descendieron de la montaña.

Isabelle vio a Lucas esperándolos en el campamento base.

Ella no corrió inmediatamente hacia él para abrazarlo. En cambio, cayó al suelo, sentada en la nieve mientras lloraba. Su expresión se veía terrible mientras lloraba.

Lucas sintió un poco de amargura en el corazón al ver cómo lloraba. Sintió pena por ella.

Él rápidamente fue a su lado y se agachó, atrayéndola a sus brazos. La abrazó para consolarla.

“Tu Hermano Cedar está bien”.

“Yo… arrastré a Hermano Mayor a esto…”.

“Él bajó la montaña ayer. Aunque su respiración era débil y su rostro estaba mortalmente pálido, ahora está fuera de peligro, a pesar de su condición precaria”.

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