El Amor Eterno romance Capítulo 2032

¡¿Cómo podría hacer que Cedar aceptara su plan?!

Lucas le dio a Isabelle algunas sugerencias. “Tienes que recordar que le gustas a Cedar. Si te ve cerca de otro hombre, comenzará a entrar en pánico y se pondrá celoso. Como tiene una cita a ciegas, puedes intentar contactar a tu vecino Nash”.

Isabelle estaba un poco insegura acerca de ese plan. Le preguntó a Lucas: “¿Funcionará?”.

Lucas se rio con satisfacción y dijo: “Lo sabrás cuando lo pruebes”.

Isabelle pensó rápidamente en una alternativa y le dijo a Lucas: “No puedo involucrar a Nash en esto. Le gusto, así que no puedo usarlo. Buscaré a Gilbert. Solía ​​intimidarme mucho, así que es hora de que me lo compense”.

Isabelle estaba encantada porque logró tener un plan gracias a la sugerencia de Lucas. Sus consejos siempre eran fiables.

Dejaría a su padre para ocuparse de su madre. Luego, podría concentrarse en conquistar el corazón de Cedar.

A pesar de eso, ella no debe hacerle saber directamente a Gilbert que él es su pieza de ajedrez. En ese caso, el Tío Blueson también jugaría un papel esencial en su plan.

Lucas envió a Isabelle a casa en persona después de que aterrizaron de su vuelo. La dejó en algún lugar cerca de la villa y se detuvo allí.

Siempre había sido así.

Siempre mantuvo una distancia con Caroline. Se quedaba en un lugar, ni muy lejos ni muy cerca de ella. No estaba dispuesto a dar un paso adelante o retroceder mientras la protegía en las sombras.

Después de cenar, Caroline llevó a los dos perros de la familia a dar un paseo por la villa. Pastor Uno, Pastor Dos, Pastor Tres, Pastor Cuatro habían fallecido debido a la vejez. Los dos perros de la familia que paseaba fueron adoptados mucho más tarde.

Ya era de noche cuando Caroline le envió un mensaje a Zachary. Ella preguntó cuándo regresaría a casa, y este último le respondió.

[Zachary: Señora Schick, ¿ya me extrañas?]

Las palabras del hombre seguían siendo tan dulces como siempre.

Caroline guardó su celular y miró a lo lejos. Después de caminar unos veinte metros, notó a una persona familiar por delante.

Su espalda le resultaba familiar.

Mientras caminaba otros cinco metros y se acercaba, finalmente lo reconoció. Ella no lo había visto durante una docena de años, y de repente apareció.

Los ojos de Caroline se llenaron de lágrimas.

Ella llamó su nombre. “Hermano Lucas”.

La espalda del hombre de repente se puso rígida.

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