El Amor Eterno romance Capítulo 2041

Cuanto más Isabelle pensaba en Cedar, más mal se sentía por él.

La habitación de Cedar era pequeña. Su cama tampoco era muy grande; medía un metro y medio y estaba colocada muy cerca de la ventana.

Isabelle lo empujó hacia la cama. Los dos estaban estrechamente entrelazados y abrazados mientras ellos permanecían en silencio.

Isabelle apoyó su cabeza contra el pecho de él y pudo escuchar los latidos de su corazón. El ritmo era muy potente y claro.

Isabelle se preguntó por qué ella no se había dado cuenta de los sentimientos de él hace muchos años.

Si ella lo hubiera hecho, podría haberlo amado antes. Ella podría haberlo abrazado y sentir la calidez y los latidos de su corazón.

A pesar de ser un hombre tan frío, él le daba toda su calidez.

Isabelle pensó que Cedar era el indicado. Él era suyo y solo la tenía en su mente.

Después de todo lo que ocurrió, Isabelle finalmente comprendió los sentimientos de Cedar por ella. Ella podía sentirlo y experimentarlo. Ella conocía su afecto y podía responderle.

Para ella, esa era la mejor forma en que ellos podían llevarse bien.

En ese momento, todo lo que Isabelle tenía en su corazón era su amor y un punto débil por Cedar.

Cedar bajó la mirada hacia Isabelle y observó su delicado rostro. Él se sentía satisfecho con tenerla en sus brazos.

Todo lo que él quería en la vida era eso.

De repente, él recordó cómo estaba cuando llegó a la familia Schick. En aquel momento, él no tenía nada. Él era una persona ordinaria y frugal. Él no sabía nada y no tenía nada de qué hablar. Él se sentía perdido e indefenso acerca de su vida.

En aquel momento, lo único que él tenía en mente era su deseo y urgencia de volverse más fuerte. Sin embargo, él aún era muy joven, por lo que necesitaba tiempo para crecer.

En aquel entonces, él hacía su mayor esfuerzo para estudiar y aprender más habilidades. A medida que pasaba el tiempo, él se cansaba mentalmente y acababa perdido. Él se preguntaba si tenía alguna razón para ser tan persistente.

A veces, la idea de rendirse cruzaba por su mente.

A pesar de ello, él sabía que nunca podría darse por vencido, sobre todo cuando la niña seguía llamándolo y se aferraba a él en todo momento.

Isabelle era el sol en su vida. Ella le calentaba el corazón y le daba una razón para seguir adelante.

Fue entonces cuando él decidió protegerla, y dejar que ella lo amará y admirará.

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