El Amor Eterno romance Capítulo 2050

Cuando Isabelle y Cedar llegaron a casa, ya eran las tres de la tarde.

Zachary también estaba en casa.

Cuando Isabelle se enteró de que Zachary estaba en casa, ella subió de inmediato al balcón del cuarto piso.

El balcón estaba decorado con muchas flores y plantas. Zachary y Caroline las cuidaban y nutrían cuidadosamente.

Había un área de descanso en el centro de las flores y plantas. Era una cama grande al aire libre cubierta de cristal en la parte superior. La persona que estaba dentro podía ver claramente el exterior, pero los que estaban por fuera no podían ver el interior.

Isabelle se quitó los zapatos y se sentó junto a Zachary. Ella se acostó y tomó el sol con Zachary.

"Papá, quiero casarme con el Hermano Mayor".

Zachary tarareó débilmente en respuesta mientras entrecerraba ligeramente los ojos. "Puedes hacer lo que quieras. No me opondré a ninguna de las decisiones que tomes".

"Papá, ¿no te preocupas en absoluto?", preguntó Isabelle.

"Ya eres adulta. Estoy seguro que puedes cuidar de ti misma. Además, Cedar es un hombre responsable y bueno. Creo que él te tratará como yo trato a tu madre. Además, eres mucho más joven que él. Eso significa que él siempre te dejará ganar".

"Papá, tú eres muy cariñoso con Mamá", respondió Isabelle.

Lo que Isabelle más admiraba era el amor de sus padres.

Zachary le respondió sin dudarlo: "Por supuesto. Ella es tu madre y mi querida esposa. En esta vida, no puedo hacer que ella se sienta molesta o triste. La amo más que a todos los demás".

Isabelle se dio la vuelta y abrazó el brazo de Zachary. "Envidiò a Mamá. Ella me acaba de decir que tú me quieres más a mí que a mis hermanos".

Al escuchar eso, Zachary abrió los ojos y observó a la niña acostada a su lado. De hecho, entre todos sus hijos, él la quería más a ella.

Para él, las mujeres eran criaturas débiles y gentiles. Ellas necesitaban estar bien protegidas, especialmente cuando se trataba de Isabelle.

"Bueno, tu madre no está equivocada".

"Papá, tengo algo que preguntarte...", dijo Isabelle.

El hombre le respondió: "Dime".

"Me acordé… Sobre lo que sucedió en ese entonces. Ya no quiero vengarme, pero quiero que la hija mayor de ese hombre pierda su vida rica... Papá, ¿puedes ayudarme?".

Al principio, Isabelle quería ocuparse de eso personalmente. Sin embargo, al cambiar su mentalidad, a ella ya no le importaba su pasado traumático. En su lugar, toda su atención estaba con Cedar. Ella ya no quería preocuparse por el pasado.

Todo lo que ella quería hacer era amar a Cedar con lo mejor de sí misma. Ella quería aferrarse y tener más intimidad con él. Eso era todo lo que ella quería para el resto de su vida.

Ella ya no quería preocuparse por nadie más.

"Eso está bien. Está bien mientras él esté ocupado".

Summer asintió, "Sí. Sus padres difuntos fallecieron hace muchos años. Nadie quería cuidar de él, a excepción de Stefan. Siempre nos ha preocupado que él perdiera el tiempo sin hacer nada. Afortunadamente, él tiene sus propios intereses’’.

*Hablando honestamente, nunca esperé que Joy saltara al mar para suicidarse después de la muerte de Wallace. Su esposo incluso la siguió, y… Joy le dedicó toda su vida a Wallace, pero su esposo también esperó por ella toda su vida…”.

Summer no podía entender por qué el mundo debería estar condenado a la tristeza.

"Summer, ¿estás compadeciendo a Joy?".

Summer negó con la cabeza y le explicó: "Solo siento lástima. Aunque odiaba a Joy, eso fue hace muchos años...".

Caroline lo pensó y dijo: "Todos tienen sus propias obsesiones. La obsesión de Joy era Wallace. Ella estaba demasiado obsesionada con él y se volvió loca".

Ella estaba tan obsesionada que le falló a las personas que la rodeaban. Por ejemplo, Percy. Ese hombre amaba profundamente a Joy.

"¿Verdad? Digamos, nuestra vida... Carol, pasamos por muchas dificultades en nuestra vida. Afortunadamente, ahora ambas estamos bendecidas con felicidad. Además, sobre Dixon... Hace años, Gina dio a luz a su hijo. ¡Su vida está finalmente completa!".

Dixon tuvo una hija. Ella probablemente tenía alrededor de nueve años en ese momento.

Dixon amaba inmensamente a su hija, y Caroline siempre supo de eso.