El Amor Eterno romance Capítulo 279

A Yara siempre le habían interesado los coches deportivos. Sonreí y le expliqué en voz baja: “Ellos hicieron una apuesta extra. El mayor perdedor tendría que comprar el último modelo de coche deportivo Koenigsegg para el ganador".

Cuando Yara escuchó eso, sonrió y dijo: "Nos lo hemos ganado".

Todavía no entendía a qué se refería Yara cuando dijo eso. Sin embargo, me sorprendió cuando los tres jugadores concluyeron sus resultados.

Martti y Eason tampoco podían creer los resultados. Solo Mona mantuvo la calma. De alguna manera, probablemente ella esperaba el resultado desde el principio.

Los tres jugadores perdieron la misma cantidad de apuestas, lo que significaba que solo había un ganador y tres perdedores.

Los perdedores necesitaban comprar tres autos deportivos por valor de miles de millones de dólares cada uno. Las apuestas ya se habían excedido...

Incluso como una persona rica, suspiré en mi corazón. La vida de los ricos era inimaginable.

Martti no sintió que el auto deportivo fuera costoso. Solo sonrió y dijo: “Yara es interesante”.

El juego terminó en resultados inesperados. Yara y yo salimos de la habitación poco después. Ya no vi a Zachary en el pasillo y no estaba segura de adónde había ido. Por lo tanto, envié a Yara al hospital primero.

Mientras estábamos en el coche, le pregunté a Yara sorprendida: “¿Cómo sabías que sus cantidades de pérdidas eran iguales?”.

Yara bajó la ventanilla del coche y disfrutó de la brisa fresca del exterior. Ella explicó con calma: “Después de que te fuiste, les pregunté quién seguía perdiendo. Dijeron que eras tú, y luego noté que el cheque tenía el nombre de Zachary escrito”.

Ella hizo una pausa y sonrió.

“La cantidad que ellos ganaron de ti debió haber sido diferente entre ellos. Es por eso que fui condescendiente con ellos, para reevaluar sus apuestas solo para asegurarme de que perdieran las apuestas de igual manera. Debes estar pensando por qué hice eso. Simplemente pensé que era divertido. ¡Quién diría que ustedes tenían una apuesta adicional con un coche deportivo!”.

Yara no tenía otra razón y simplemente pensó que era divertido. Sin embargo, Mona sintió que era humillante. De repente me di cuenta de que Zachary y Yara eran el mismo tipo de persona, demasiado buenos hasta el punto de ser piadosos.

Ambos eran inteligentes y respetables. Tenían su propia actitud hacia la vida y conocían los principios del comportamiento humano en la vida.

El tono de Yara estaba lleno de envidia cuando mencionó el coche deportivo. Comprendí su frustración.

"Lo discutiré con Zachary más tarde. Si no tienes objeciones, te conseguiré uno”.

“Caroline, gracias”.

Me sentí inquieta. Poco a poco, sentí una ola de emociones mezcladas con complicaciones, miedo, rechazo y duda.

Mi teléfono seguía sonando, pero no me atrevía a aceptar la llamada.

Dudé mucho antes de contestar.

"¿Hablo con Caroline?”.

La voz del teléfono era elegante y gentil. Sonaba como una mujer que solo tenía unos treinta años. Sonaba como la lluvia con un toque de tenacidad.

Quería preguntarle si realmente era mi madre biológica. Quería preguntarme por qué hizo desaparecer a mis padres. También quería preguntarle por qué ella...

¡¿Por qué me abandonó?! ¡¿Por qué me preocupo por ella?!

Reprimí mis sentimientos encontrados y las muchas preguntas en lo más profundo de mi corazón.

Fruncí los labios ligeramente antes de preguntarle con voz tranquila: “¿Usted es?”.