El Amor Eterno romance Capítulo 297

"El mismo lago en el que caíste hoy".

No pude evitar sentirme triste después de saber que tres almas inocentes se hundieron en el fondo del lago. Las lágrimas rodaban por mi rostro en silencio mientras escuchaba la historia de Zachary.

“Quería salvarlos, pero en ese momento, no podía vencer a mi padre… Desde entonces, entendí claramente que la familia Schick era una familia feudal, podrida y pedante”, él se quejó. “Tarde o temprano, la familia llegará a su final a medida que envejezca".

Zachary quería repudiar a la actual familia Schick. Era inevitable que la familia Schick sucumbiera a su perdición. Todas las mujeres que se quedaran en la vieja mansión se irían o se quedarían allí hasta su muerte.

No habría nuevas generaciones en esta tierra.

Besé suavemente la frente de Zachary.

De repente él abrió los ojos y habló en un tono bajo y resonante.

“Yo lo culpé e incluso lo odié. Rara vez regresaba aquí. Durante los próximos siete años, le quité su poder y me convertí en un hombre fuerte como él solía ser. ¡Naturalmente, también me convertí en el mismo tipo cruel que él era!”.

Negué con la cabeza.

“¡No, tú eres diferente a él!”, exclamé. “Zachary, ciertamente sabías cuales eran tus objetivos. Nunca te hiciste daño a ti mismo. A final de cuentas, eres una persona diferente a él”.

Cuando Zachary escuchó mis palabras, de repente se levantó y se apoyó contra la cabecera de la cama. Él gentilmente secó mis lágrimas con su dedo y sonrió.

"Mmm. Soy una persona diferente a él”, dijo: “Mi padre tenía responsabilidades inevitables con la familia Schick. Y yo…".

Zachary hizo una pausa abrupta. Después de un rato, dijo: “Después de todo, nunca estuve relacionado con la familia Schick. La única que me importa eres tú. Eso era todo".

En ese momento, no entendía lo que quería decir con no estar relacionado con la familia Schick. Sin embargo, Zachary me miró con ojos firmes. De alguna manera, sentía que entendía lo que era el amor cuando lo miraba a sus ojos decididos.

Aprendí de él. Aprendí a tener determinación, a ser dedicada y a amar con fidelidad.

‘La única que me importa eres solo tú’.