El Amor Eterno romance Capítulo 306

El hombre frente a mí era Martti, a quien solo había conocido una vez. Él estaba vestido con una chaqueta amarilla y me sonrió.

"Tch, te encontré antes que Zach", dijo con una sonrisa.

"¿Dónde está él?", me puse de pie y le pregunté cuando lo oí mencionar a Zachary.

Martti señaló con el dedo. Mi mirada siguió la dirección a la que él señaló y vi la alta figura de Zachary caminando hacia mí.

Llevaba una gabardina larga y negra que le llegaba hasta las rodillas, junto con un suéter negro por dentro y una bufanda oscura alrededor del cuello.

Era la primera vez que lo veía vestido de manera tan casual.

Martti sé fijo que yo solo miraba a Zachary.

"¡Tus ojos están a punto de salirse de su lugar!", bromeó él. “Vaya, tú hombre estuvo lejos de ti solo por un día, y ya lo has seguido hasta aquí. ¿Qué pasará cuando ustedes dos se separen?".

Lo miré con los ojos entrecerrados. "No lo haremos".

"Te ves tan segura", dijo con una sonrisa.

Simplemente ignoré sus bromas. En cambio, miré al hombre al alcance de mi vista. Cuando caminó hacia mí, lo miré un poco avergonzada. "Segundo hermano, mi teléfono se quedó sin carga", le expliqué en un tono sombrío.

Zachary levantó la mano frente a Martti y rozó mis mejillas frías. Él preguntó en voz baja: "¿Por qué estás tan fría?".

Se quitó la bufanda del cuello y me la puso. Luego, me quitó la cartera de las manos. La cargó y me quitó la maleta. Él estaba listo para irse.

Cuando Martti vio sus acciones, se quedó atónito.

"Oh Dios mío. ¿Él sigue siendo ese hombre todopoderoso, frío y sin emociones que conocemos?”, dijo él conmocionado. "Zachary, ¿mi amigo?".

Bueno, se veía un poco extraño cuando Zachary cargaba una cartera rosa sobre su hombro. Él simplemente miró a Martti con su rostro frío e impasible.

"Cállate", le ordenó él.

Zachary no se sentía mal cuando me ayudaba con mi equipaje. Él sacó la maleta y caminó al frente. Miré a Martti y rápidamente seguí a Zachary.

Martti trotó hacia mí y me agarró de la muñeca. Me detuve y lo miré conmocionada.

"¿Qué estás haciendo?", le pregunté.

“Tienes que decírmelo. ¿Cómo conquistaste a Zachary?”, preguntó él.

Los ojos de Martti se llenaron de curiosidad. Quería ignorarlo, pero él trató de tentarme.

“Podemos intercambiar historias”, él ofreció. “¡Cuéntame tu historia con Zachary y yo te contaré su pasado! Estoy seguro de que no conoces su pasado, ya que no es de hablar mucho, y mucho menos de contar su propia historia".

La sugerencia de Martti fue muy agresiva y efectiva. Me acerqué y le susurré al oído: “Yo fui quien lo persiguió. ¿Puedes creerlo?".

Martti me escuchó.