El Amor Eterno romance Capítulo 325

Él quería que los que estaban al lado de Zachary me malinterpretaran. ¡Quería que Zachary y yo fuéramos enemigos mortales!

Hice lo mejor que pude para explicarle a Joshua, pero él no me creyó.

"Llamaré a Charles ahora mismo", balbuceé.

En ese momento, ¡solo podía rogarle a Charles que dejara ir a Zachary!

Si Zachary obtenía su libertad, ¡podría mantener a Wale bajo control! De esa forma, las pérdidas no serían tan grandes.

Sin embargo, Charles estaría encantado con la caída de Zachary.

¿Con qué motivos me ayudaría? Sentí que era demasiado ingenua.

Joshua de repente me preguntó: “¿Conoces a Charles? Entonces, el encarcelamiento del segundo hermano es por tu culpa...”.

"¡No fui yo!", rápidamente me defendí.

Joshua no me creyó. Me dejó en la empresa y se despidió.

"¡Puedes quedarte con esta tonta compañía!", gritó antes de irse.

Me quedé sin palabras.

El 23 de diciembre tomé una decisión. Iba a Finlandia para encontrarme con Zachary, ya que al día siguiente cumplía 27 años.

Cualquiera podía negarse a creerme. Cualquiera podía malinterpretarme. ¡Siempre y cuando no fuera Zachary!

Cuando llegué a Finlandia, ya eran las 9 de la noche. En tres horas más, sería el cumpleaños de Zachary.

Rápidamente le preparé un regalo de cumpleaños y llamé a Martti, ¡quien declinó la llamada de inmediato!

¿Me malinterpretaba al igual que Joshua?

Me quedé con los ojos llorosos en el clima nevado de Finlandia, sintiéndome repentinamente impotente. Era como si apareciera un gran abismo entre Zachary y yo.

Además de eso, el abismo había sido obra mía.

¡No tenía forma de cruzar ese abismo!

Habiendo perdido la Corporación Shaw, no tenía autoridad en la que confiar y, por lo tanto, no había forma de averiguar la ubicación exacta de Zachary.

Al quedarme sin opciones, llamé a Summer. "¿Sigues en contacto con Charles?".

"Sí, aún estamos en contacto".

"¿Puedes hacer que envíe a sus hombres para que me lleve a donde está Zachary?".

Summer no entendió lo que quería decir, pero le pasó mi mensaje, palabra por palabra, a Charles, ¡y él estuvo de acuerdo!