El Amor Eterno romance Capítulo 385

Mi mamá suspiró ante mi respuesta vaga y dijo: “Si no vas a ninguna parte con Zachary, tampoco te obligaré a ir por Dixon Gregg. Puedo contactar al hijo de mi amiga”.

“Mamá, ¿quieres arreglar mi matrimonio?”.

¡No esperaba maldecirme a mí misma!

Mi mamá no me respondió. Ella explicó pacientemente: “Como tu madre, me preocupa que cargues con todo este estrés por tu cuenta. Tu papá y yo lo pensamos hace un tiempo; debes de tener a alguien cerca de ti para que te ayude. Tú y esa persona no tienen por qué ser la pareja perfecta, ¡de todos modos no existe el Hombre Perfecto para los Shaw! ¡Solo espero que puedas encontrar a alguien que se preocupe por ti, alguien que te ame y te mime! Porque no quiero verte triste nunca más. Qué dolorosa debió de sentirse mi Caroline cuando perdiste a los dos niños. También me siento desconsolada, pero no puedo ayudarte. ¡Ni siquiera puedo estar a tu lado para siempre!”.

Mi mamá se llenó de lágrimas. Extendí la mano y le di algunas palmaditas en el hombro. Yo la consolé. “Está bien. Todavía estoy en buenos términos con Zachary. Quizás hablemos pronto sobre el matrimonio”.

No había forma de que pudiéramos hablar sobre el matrimonio con la forma de que iban las cosas entre Zachary y yo.

Sin embargo, ¡mis mentiras blancas podrían consolar a mi madre!

Mi mamá estaba instantáneamente energética: “¿En serio?”.

“En serio. Hablaré con él después de esto”.

Mi papá le echó leña al fuego: “Carol, ¿cuándo lo vas a traer? Él es bien conocido, pero yo tengo mis propios estándares para elegir el yerno adecuado”.

Me reí: “¿Cuál es la prisa?”.

Salí apresuradamente de la cocina. Veo a Leo sentado en el sofá. Leo estaba en su teléfono. Le pregunté: “¿Qué estás haciendo?”.

Él rápidamente guardó su teléfono y dijo: “No mucho”.

“Oh, ¿necesitas una novia?”.

“Sí, pero no tengo prisa”.

Le pregunté por curiosidad: “¿Cuántos años tienes?”.

“Veintinueve”.

“¿Debería de presentarte a una chica?”.

Él recibió una notificación telefónica. Sentí que Leo estaba actuando de manera sospechosa, así que hice una suposición: “¿Es eso de Zachary?”.

Leo lo negó: “Es del asistente Yair”.

Asistente Yair...

No lo he visto por un rato.

“¿Dónde está el asistente Yair?”, pregunté.