El Amor Eterno romance Capítulo 430

Anoche, cuando me enteré del suicidio de la madre de Zachary, me sentí triste de inmediato. No solo eso, no sentí el dolor de perder a un ser querido y pensé que su decisión fue imprudente.

Sin embargo, gradualmente sentí dolor debido a la tristeza de Zachary. La madre a la que se había referido era Luna. Ella era significativamente diferente de Stella, ¡la que me odiaba!

Luna amaba a Zachary y lo trataba como si fuera su propio hijo. Ella solo tenía a Zachary en sus ojos. Ella solo oraba por la salud y seguridad de Zachary, nada más. Incluso si Zachary era terco y quería casarse conmigo, ella cedía y me aceptaba.

Zachary incluso mencionó que ella siempre se comprometía fácilmente. De repente recordé su actitud amable hacia mí durante mi segunda visita a la familia Schick. En ese momento, ella probablemente ya me aceptaba en su corazón.

Ella debió haberse sentido desolada antes de su muerte. No estaba segura de qué cosas había pasado ella. Ni siquiera había llamado a Zachary. Ella se fue en silencio sin alguna advertencia…

Fue un golpe fatal para Zachary. ¡¿Cómo podría Zachary superar este obstáculo en su corazón?! Él incluso consoló mis sentimientos a pesar de su tristeza. Sostuve su mano con fuerza para darle apoyo.

“Estaré a tu lado”, lo reconforté.

Zachary acarició mi mejilla con su otra mano: “Iré primero al duelo”.

“Me cambiaré y te acompañaré”, susurré.

Zachary me besó la frente ligeramente antes de salir de la habitación. Salí e hice que Tucker me pasara el traje de luto de la familia Schick.

Cuando volví a la habitación para cambiarme, vi que era un vestido negro con bordados de dragones. Me lo puse y lo combiné con un par de tacones negros. Cuando salí, Tucker me ayudó a envolver un pañuelo negro alrededor de mi brazo como parte de la tradición funeraria.

Luego, seguí a Tucker y salí del patio. Me detuve cuando pasamos por el jardín.

Una mujer elegante con un vestido negro formal se paró frente al jardín de rocas. Sabía que ella deliberadamente estaba esperando por mí allí.

Me volví hacia Tucker y le di instrucciones: “Espérame enfrente”.

Su expresión se volvió sombría después de escuchar mi pregunta.

“Sí, este es mi castigo para Zach. ¡¿Quién le permitió a él pensar en nada más que en ti?! Le advertí ayer, ¡pero él nunca se lo tomó en serio!”, admitió ella.

Su expresión era gélida y despiadada. Era como si su hermana fuera simplemente una pieza de ajedrez.

¡Una pieza de ajedrez que podría controlar a Zachary y avivar su tristeza!

Cerré mis ojos con un corazón pesado.

“Tus acciones lastiman a Zachary”.

La mujer en frente de mí no era digna de ser la madre de Zachary. A pesar de eso, ella fue la que le dio vida a Zachary.