El Amor Eterno romance Capítulo 440

“¿Quién es él? ¿Qué te pidió que hicieras?”.

Pregunté a Loraine, pero ella no estaba dispuesta a dar explicaciones y guardó silencio. Yara notó que algo no estaba bien y colocó su cabeza en mi hombro, preguntando en voz baja: “¿De qué estás hablando?”.

Loraine tenía una expresión fea. No quería ponerle las cosas demasiado difíciles y decidí dejar mis interrogaciones. Sin embargo, una pizca de inquietud se incrustó en mi corazón.

De repente, pensé en Dixon.

Sin embargo, en el momento en que pensé en él, mi mente se quedó en blanco. No pude sacar nada de eso. Calmé mi corazón.

“No es nada”.

Lo descarté y cambié el tema.

“¿Lance aún no está aquí?”.

Yara dijo con calma: “¿Cómo podría saber?”.

Después de un año, la actitud de Yara hacia Lance era la misma. No tenía idea de lo que pasaba por la mente de esta chica.

Acaricié la cabeza de Yara. Ella envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y se rió: “Caroline, ¿puedes acompañarme de compras?”.

Aunque Yara era joven, ella tenía una mentalidad madura. Se dio cuenta de que yo tenía algunos problemas con Loraine. Por eso ella planeó separarnos y hacernos calmar.

Entendiendo sus motivaciones, repliqué: “Seguro”.

Yara y yo nos encontramos por casualidad con Lance abajo. Él se estacionó frente a las puertas del hotel. Él fue tomado por sorpresa cuando nos vio a las dos.

“¿Viniste aquí solo para darme la bienvenida?”.

Yara replicó: “Tío, eres demasiado narcisista”.

Al escuchar eso, Lance sonrió gentilmente.

“Nosotras vamos a ir de compras”, expliqué.

“Bien. Iré a buscar a Raine primero”.

Lance entró al hotel con su figura grande y alta. Me volví hacia Yara que estaba a mi lado.

“Lance era una luz que buscaba durante mi adolescencia”, susurré gentilmente. “Era demasiado brillante y narcisista. Sin embargo, esa luz es algo a lo que nunca podré acercarme por la eternidad…”.

El cielo de Nanjing estaba lleno de estrellas brillantemente iluminadas. Yara se aferró a mi brazo y preguntó con curiosidad: “¿Por qué no puedes acercarte a esa luz?”.

Desvié mi mirada hacia el delicado e inocente rostro de Yara mientras decía en voz baja: “La luz provoca quemaduras. Cuando lo conocí, él era un rayo de luz. Cuando Loraine lo conoció… Deberías saber sobre las cosas entre él y Loraine. Él también fue una vez un faro de luz para Loraine. Solo tú lo conociste como es… No te enamorarías de él a primera vista como lo hicimos nosotras. No le idolatrarías ni le temerías. Puedes enfrentarte a él de manera casual y natural. Apareces siempre como tu verdadera tú ante él”.

El rostro de Yara estaba lleno de dudas: “¿Por qué de repente me hablas de él?”.