El Amor Eterno romance Capítulo 444

El clima de Nanjing era agradable. Los cálidos rayos del sol en un día de diciembre brillaron sobre el hombre que lucía pantalones cargo negros.

Él aún seguía siendo atractivo incluso después de un mes de no verlo.

Sí, hermoso.

Jean-no, él pasaba por Wallace. Él tenía un rostro que encantaría a cualquiera.

Él se acercó a nosotros con las gafas de sol puestas. El par de botas brillaban tan intensamente que parecía un elfo que cayó al reino de los mortales.

Los parientes de la familia Marcus eran en su mayoría gente común. Rara vez veían a una persona tan atractiva, y mucho menos a docenas de coches de lujo de alta gama estacionados juntos. Sus miradas se llenaron de sorpresa y envidia.

El doctor frunció el ceño y preguntó: “¿Quién es usted?”.

Wallace todavía tenía puesto los auriculares. Ya no eran rosas, sino azules, pero todavía tenían incrustaciones de pequeños diamantes.

No estaba segura de por qué él todo el tiempo tenía un auricular en la oreja.

Wallace se acercó a nosotros y se rio mientras se presentaba: “Soy amigo de la novia. Originalmente planeé recoger a la familia, pero me retrasé. Es una lástima que no se hayan utilizado decenas de coches de lujo. Como disculpa, considérelos como un regalo para la novia. Raine, ¿qué te parece?”.

¡¿Wallace conocía a Loraine?! Juzgando por su expresión, no parecía que ella lo conociera.

¿Podría ser que él estaba allí para proveer apoyo?

Loraine siguió el juego y dijo: “Es lo suficientemente bueno que estés aquí. ¿Qué haré con estos coches? No es que no pueda pagarlos”.

Con palabras tan altisonantes de la novia, la multitud de la familia Marcus tenía diferentes expresiones.

“¿Por qué todos están abarrotados en la puerta?”, dijo Wallace sonriendo.

Loraine dijo con un tono solemne: “Creen que la hermana Caroline no es adecuada para ser mi dama de honor porque ella es una divorciada, pero yo…”.

Al escuchar eso Wallace me miró y preguntó: “¿Qué crees tú?”.

Mis cejas se crisparon: “¿Hm?”.

Wallace luego miró a la multitud de la familia Marcus: “¿Qué creen ustedes chicos?”.

La multitud se quedó igualmente atónita: “¿Hm?”.

Con una pose extravagante, Wallace fingió un tiro sarcástico hacia mí.

“Solo mírate a ti misma, Srta. Shaw. Eres la ama de la familia Schick con cientos de miles de millones de activos y estás en la cima del mundo en términos de poder. ¿Por qué estás siendo intimidada por estas personas aquí? Es solo una dama de honor. Entonces, ¿qué pasa si no puedes ser una? Simplemente compraremos todos los hospitales de esta región y jugaremos con ellos mañana”.