El Amor Eterno romance Capítulo 465

Era tan hermoso que sentía la soledad.

En ese momento, me recordó a Zachary.

Él era el mejor juego de fuegos artificiales que he visto en mi vida. Al mismo tiempo, fue la experiencia más solitaria que tuve. Toda esa gloria solo por ese momento fugaz.

Suspiré mientras mi corazón se inundaba de dolor.

A mi lado, Wallace de repente me preguntó con entusiasmo: "Pequeña Caroline, ¿sabes cuál es otro nombre para los fuegos artificiales?".

Él me estaba llamando Pequeña Caroline otra vez ...

Le seguí con su pregunta y le pregunté: "¿Cuál es el otro nombre?".

"¡Prostituta! ¿No se referían a las prostitutas como fuegos artificiales o cosas similares en el pasado? Eran hermosas, pero la belleza es de corta duración, al igual que estos fuegos artificiales que se disipan en la nada en un abrir y cerrar de ojos. Eso es lo que querían decir con eso de que 'los fuegos artificiales se desvanecen rápidamente'".

Wallace creció en Francia después de todo. Era normal que no entendiera algunas de las culturas locales. Le expliqué: “Las prostitutas no son fuegos artificiales. Es el lugar donde se quedan lo que se conoce como un lugar de fuegos artificiales".

Él me preguntó: “¿No es eso lo mismo?

"Tú te quedas en Francia, pero ¿te llamas Francia?".

El ejemplo que le di fue muy sencillo y lo entendió de inmediato. Se quitó los auriculares y cerró los ojos, diciendo: "Me voy a dormir".

Lo llamé suavemente y él no respondió.

Lo llamé de nuevo y nuevamente no respondió.

Anteriormente, habría pensado que él estaba tratando de ignorarme.

Sin embargo, en ese momento, estaba segura de que él era sordo.

Me levanté y coloqué el paquete rojo restante junto a su almohada, luego en silencio le deseé feliz año nuevo y salí de la habitación.

En ese momento, Leo y el resto estaban jugando a las cartas.

Al verme salir, inmediatamente se pusieron de pie.

Él siempre estaba en peligro.

¿Por qué seguía pensando en él en ese momento?

Justo cuando estaba a punto de evitar que Leo respondiera, él se me adelantó y dijo: “Jefa, los guardaespaldas que elegimos esta vez trabajaron bajo las órdenes directas del Sr. Schick en el pasado. En esta ocasión, ¡su operación será solo un día más de trabajo para nosotros! Una vez seguimos al Sr. Schick hasta los confines del mundo y también nos adentramos en territorio europeo. Hemos sufrido innumerables heridas y hemos visto suficientes cadáveres. Hace mucho que le hemos dejado nuestra vida al destino. Por lo tanto, no se sienta presionada. Trate esto como una salida regular. Solo serán unas horas y volveremos a la paz”.

Leo entendió el miedo en mi corazón.

Tenía miedo de no poder regresar a casa con ellos.

Me mordí los labios y me quedé en silencio. Leo de repente me preguntó con valentía: "Jefa, ¿sabe cómo es el mundo del Sr. Schick?".

Leo no tenía ni idea del incidente en el que Zachary me apuñaló. Por eso se atrevió a mencionar el nombre de Zachary por su propia cuenta.

Pregunté suavemente: "¿Cómo es su mundo?".

“Una coexistencia entre la calamidad y gloria”.