El Amor Eterno romance Capítulo 493

Yo quería sobrevivir y no quería dejar este mundo demasiado pronto. Si tuviera que someterme a esa cirugía para aliviar mis condiciones, lo haría incluso si estuviera vacilante.

Estaba muy reacia a dejar este mundo. Lo supe en el fondo de mi corazón.

Era una emoción completamente diferente cuando estaba con Dixon.

Quizás, fuera debido a Zachary.

¡Estaba dispuesta a perderlo todo, excepto a él!

En este mundo enorme, parecía tener lo mejor de todo. Aunque sinceramente, no tenía nada. Incluso el único calor que me quedaba en el corazón, Zachary me lo dio. Aunque, él nunca más me perdonaría.

Después de todo, mi segundo hermano seguía siendo mi sueño inalcanzable.

…

Cuando ya era casi de noche y Tucker me envió un mensaje.

[Tucker: Jefa, las preparaciones están listas].

[Caroline: ¿Dónde será eso?].

[Tucker: Hay una institución médica en Francia que se destacó por su experiencia en esta área. Por lo tanto, establecí provisionalmente la cirugía allí. Aquellos que realizarán la cirugía en usted son los más altos y mejores decanos médicos. La tasa de éxito es cercana al 95%, por lo que no habrá errores!].

Nunca estuve preocupada por la eficiencia de Tucker.

[Caroline: Muy bien entonces].

[Tucker: Jefa, ¿cuándo nos dirigimos a Francia?].

Le di un pensamiento rápido antes de responder.

[Caroline: Mañana entonces].

No quería arrastrar más mi condición. Además, no sería descubierta fácilmente por Zachary en Francia.

Aunque, en ese momento, nunca lo supe. ¡Todos los pasos que había tomado fueron cuidadosamente arreglados por ese hombre!

Guardé mi teléfono y decidí visitar a Summer en el hospital. Cuando abrí la puerta, vi a Leo vigilando afuera. Pregunté con curiosidad: “¿Por qué estás vigilando aquí en lugar de descansar en tu habitación?”.

Leo replicó con su voz profunda: “Ayer, jefa se fue sola de nuevo”.

Si no fuera por Dixon ayer por la noche, ¡podría haberme desmayado frente a mi área de residencia!

Había cierta distancia entre Ciudad Wu y el pueblo Yule.

Llegamos a nuestro destino muy tarde en la noche.

Leo me informó que Summer se quedó en la casa vieja donde solía quedarse el difunto Joseph. Previamente, la abuela de Joseph todavía vivía. Sin embargo, ella se mudó desde la muerte de Joseph. No quedaba nadie en la casa vieja.

La lluvia nunca paró. Leo me sostuvo el paraguas y caminamos por un callejón durante unos siete a ocho minutos antes de llegar a la casa vieja. Entonces, empujé la puerta para abrirla.

Un pequeño patio cuadrado apareció en mi vista.

Entré y encontré a Summer con ropa delgada. Cuando la encontré, ella se sentó en una silla de ruedas y se quedó mirando las gotas de lluvia de manera vacía. Nadie sabía lo que pasaba por su mente.

Todo lo que sentí fue una gran desesperación en ella.

Me rompió el corazón al verla en tal estado. Rápidamente corrí a su lado.

Me agaché frente a ella y la llamó por su nombre suavemente.

“Summer”.