El Amor Eterno romance Capítulo 501

Zachary rara vez me llamaba por mi nombre. Era raro que me interrogara de esa manera. Sin importar qué mal hiciera en el pasado, él no me culparía. Él me dio una ilusión en la que era un hombre que no tenía emociones.

Sin embargo, lo olvidé. Él seguía siendo un hombre corriente.

Como mortal, uno debía tener emociones, como alegría, ira y preocupación.

Podía sentir su tristeza desde su corazón. De repente sentí mucha lástima por él y me olvidé de la condición de mi cuerpo. Estiré los brazos y quise darle un abrazo. Sin embargo, justo cuando estiré los brazos, Zachary de repente se dio la vuelta y regresó a su lugar original. Él volvió a tomar el pincel y continuó con su caligrafía.

Mis labios se movieron. Quería decir algo para romper el silencio entre nosotros. Antes de que pudiera hacerlo, Zachary dijo primero: “Arriesgaste tu vida por los niños. No tengo derecho a conservarlos. Si deseas verlos, comunícate con el asistente Yair".

¡¡Me devolvió fácilmente a mis hijos!!

Sin importar cómo fuera nuestra relación, ese hombre frente a mí nunca me ponía las cosas difíciles.

Zachary volvió a su aspecto alto y poderoso. Era como si esa escena en la que me interrogó, nunca hubiera ocurrido. Una profunda sensación de pérdida agitó y abrumó mi corazón. Yo estaba perdida.

En ese momento, debía correr a buscar a mis dos hijos. Sin embargo, mis piernas estaban profundamente arraigadas en el suelo y no podía moverme.

Zachary entrecerró los ojos y me miró. Su voz era más fría que el hielo cuando preguntó: "¿Hay algo más?".

Me sorprendí cuando negué con la cabeza y dije: "Eso es todo".

"Si es así, por favor, vete", dijo él.

Zachary me indicó que me fuera.

En ese momento, comenzó a darme instrucciones para que me fuera.

Arrastré mis pesados ​​pasos y me di la vuelta para salir del estudio. Bajé las escaleras con rigidez y abrí la puerta de la villa. Mi rostro se puso pálido de inmediato.

Una mujer esperaba frente a los escalones de la puerta.

Le pregunté en voz baja: "Señorita Schick, ¿por qué está aquí?".

Noelle estaba vestida con un abrigo de visón blanco. En el interior, ella llevaba un vestido de color negro. Combinaba bien con su figura e hizo que su cuerpo se viera delgado. Ella también llevaba un brazalete de esmeraldas en su blanca y delgada muñeca.

Noelle era una mujer bonita. Ella se veía como las típicas mujeres elegantes y exquisitas que habían crecido en un pueblo acuático tradicional.

Su temperamento me dio envidia. Su dedicación al amor me hizo respetarla.

Noelle sonrió levemente y dijo: "Señorita Shaw, vine aquí para buscar a Zach".