El Amor Eterno romance Capítulo 504

Sin embargo, amaba más al padre de ellos.

Mi corazón le pertenecía a él.

No sabía si Zachary escuchó lo que dije y se lo tomó en serio. Sin embargo, él dejó de darme instrucciones para que me pusiera de pie correctamente. En cambio, él tomó su pincel y escribió dos nombres en el papel blanco. Decía ‘Isabelle Schick’ y ‘Raphael Schick’.

Tenía una vaga suposición en mi corazón. Mi cuerpo se puso rígido cuando le pregunté: "¿Para qué es esto?".

La voz baja y magnética de Zachary se escuchó en mis oídos. "Isabelle es el nombre de la pequeña Lion", explicó él.

Continué con sus palabras y pregunté: "¿Raphael es el nombre del hermano de la pequeña Lion?".

¡Resultó que Zachary ya nombró a nuestros dos hijos!

Me sorprendió la calidez de sus acciones. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y lo abracé con entusiasmo. No pude evitar mostrarle mi emoción: “¡Gracias, segundo hermano! ¡¡Lo siento, no te dejaré de nuevo!!".

Quizás lo abracé con demasiada fuerza, o quizás él todavía no me perdonó. Él me dijo que lo soltara, pero nunca estuve de acuerdo. ¡Me metí descaradamente en sus brazos!

Zachary tuvo que dar dos pasos hacia atrás abruptamente. Sus ojos me miraron con una leve sonrisa.

Él frunció el ceño ligeramente cuando preguntó: "¿Quién te enseñó eso?".

Me quedé en silencio y me mordí los labios. Zachary se quedó mirando en silencio mi mirada sin vida, luego se dio la vuelta y se fue al estudio. Rápidamente lo seguí y caminé detrás de él, cerca. Era como un cachorrito que temía perder a su dueño accidentalmente. En el pasado, él incluso se detenía deliberadamente y me esperaba.

Zachary bajó las escaleras, así que yo también bajé.

Zachary fue a la cocina, así que lo miré fijamente desde la puerta de la cocina.

La verdad es que todavía no le he explicado el asunto entre Dixon y yo.

Por eso no lo culpé por no perdonarme.

Sin embargo, ¡¡simplemente no sabía cómo explicárselo!!

¡Me arrepentí inmediatamente cuando dije mis razones!

Afortunadamente, la expresión de Zachary no cambió. Me senté en el suelo y comí mis fideos. Solo le di algunos bocados antes de que sonara su teléfono.

Él respondió el teléfono frente a mí con su habitual tono frío: "¿Qué pasa?".

“Luchamos durante más de diez años. ¿Quieres asistir a mi boda en unos días?".

Era una voz familiar...

"¿No tienes miedo si se convierte en un funeral?". Zachary preguntó de vuelta.

"Eso es correcto. Si es así, ¡puedo enterrarte!".

¡¡Me acordé de quién era la voz!!