El Amor Eterno romance Capítulo 637

Hice una pausa por un momento. Poco después, di mi siguiente instrucción.

“Con respecto a la familia Hull, dile a Tucker que vigile al viejo amo Hull. Si se queda en la ciudad de Wu, está bien. ¡En el momento en que se vaya, haz que Tucker lo encarcele! Libéralo solo una vez que Zachary recupere sus memorias. Por cierto, ¿no dijiste que el viejo amo Hull estaba en la villa de Zachary en Espoo?”.

Mi asistente explicó instantáneamente: “¡Él apenas acababa de llegar a Ciudad Wu hoy!”.

Cerré mis ojos para calmar mi ira.

Al ver que lo ignoré, Dixon tomó mi mano con fuerza y ​​me consoló con atención.

“Carol, ¡no te enojes por mí! Estoy bien con lo que sea que me hagan. ¡No quiero que te enojes!”.

De alguna manera, ¡él me trataba bien!

Mis ojos estaban rojos mientras lo tranquilizaba: “Estoy bien, no estoy enojada”.

Luego, pregunté: “¿Cómo terminaste aquí?”.

Dixon era un hombre apuesto de estatura alta. Aunque su mente estaba dañada, ¡todavía parecía una persona promedio si permanecía callado!

Él explicó suavemente: “Seguí a Cici antes. Sin embargo, Cici quería cambiarse de ropa en el centro comercial, así que me pidió que la esperara. Entonces, apareció la mujer de antes. ¡Ella dijo que me traería para verte! Ella no me mintió. Vi a Carol, ¡y ahora me está tomando de la mano!”.

Dixon alzó nuestras manos mientras sostenía la mía. No pude soportarlo más mientras miraba su mirada ingenua. ¡Me di la vuelta y se me salieron las lágrimas!

Instruí a mi asistente: “Lleva a Dixon a casa”.

Al escuchar eso, Dixon preguntó con una voz lastimosa: “Carol, ¿quieres que me vaya? ¡Pero te acabo de ver!”.

Dixon solía mostrarme su lado lamentable. ¡Siempre supo mostrarme su debilidad!

Negué con la cabeza. A mi lado, Chuck habló en mi nombre: “Sr. Gregg, ya es muy tarde. La presidenta Shaw está preocupada por si descansa demasiado tarde. No se preocupe. Una vez que tenga tiempo, ¡lo visitará!”.

‘¿Me gustaría una mujer divorciada?’.

Eso fue lo que Zachary sentía genuinamente. ¡Él nunca había confundido sus honestos sentimientos!

Respiré hondo y saqué mi teléfono, luego escribí un memo sobre sus palabras. Justo cuando guardé mi teléfono, ¡vi a una figura familiar desde muy lejos!

Él solo se quedó allí y me observó. Él también solía hacer eso. ¡Aparecía a mi lado de la nada, sin previo aviso!

Dejé mi teléfono en la hierba.

En unos cuantos minutos, se acercó a mi lado. Escuché su voz profunda y baja: “Aunque eres la jefa de la familia Schick, exageraste. Nunca refrenas tus acciones, ni consideras las consecuencias”.

Hizo una pausa en su comentario antes de agregar: “Con eso, terminarás fácilmente en desventaja”.