El Amor Eterno romance Capítulo 645

Summer pensó que no era mala idea vivir allí.

Abrió la puerta y vio que Blueson se ponía un kimono carmesí. Ese color no era para nada presuntuoso con él puesto.

En cambio, lo hacía ver inmensamente atractivo.

En ese momento, Blueson estaba sentado en el pasillo. Tenía un Guqin colocado ante él. Parecía ser de alta calidad con solo una mirada. Había patrones intrincados tallados en él, junto con el segundo nombre de Blueson: Stefan.

Summer se acercó a él, se sentó y le preguntó: “¿Sabes cómo tocar esto?”.

La nieve acumulada era espesa en el jardín, pero la fuente termal todavía estaba fluyendo. Blueson pulsó suavemente las cuerdas.

“Lo aprendí desde joven”.

¡El cuerpo de Blueson desprendía un aire de nobleza indescriptible!

Summer suspiró internamente. Blueson era realmente un hombre que vivía en una animación: guapo, con una desbordante dulzura e impecable elegancia.

Ella lo elogió: “Eres bastante erudito”.

“Sí. Mi familia es rica y no tuve que preocuparme por las fatigas de la vida, y mucho menos por aprender cosas que no me gustaban. Tuve mucho tiempo libre para aprender el Guqin”.

Blueson mencionó, con total naturalidad, que su familia era rica.

Summer respondió superficialmente: “Qué envidiable”.

Blueson frunció el ceño: “¿De qué estás envidiosa?”.

“Tu familia es rica”, respondió ella.

Blueson se quedó sin palabras. Ya no deseaba continuar la conversación con Summer. Miró hacia el cielo nevado, luego bajó la cabeza y comenzó a cantar una canción de amor.

Sin embargo, Summer no pudo sacar ni cara ni cruz de ello. Ella no había aprendido Guqin y no podía identificar qué canción era. Naturalmente no se dio cuenta de la expresión de Blueson.

A pesar de ello, ¡esa pieza era excepcionalmente melodiosa!

Summer se sentó al lado de Blueson y lo escuchó en silencio. En ese momento, el teléfono en el bolsillo de ella comenzó a sonar de repente. Echó un vistazo y notó que era de Charles. Ella no estaba dispuesta a contestar, ¡pero tenía miedo de que él pudiera buscarla hasta allí!

Charles era totalmente capaz de hacer algo así!

Dudó por un momento y caminó hasta el final del pasillo antes de contestar la llamada, y preguntó: “¿Hay alguna necesidad de llamarme ahora?”.

Charles bajó el tono y dijo: “¡Caroline dijo que tú estás casada!”.

Eventualmente se enteraría de ese asunto.