El Amor Eterno romance Capítulo 693

Aunque todavía culpaba a Stella, ella ya había fallecido. Decidí llevar a los dos niños para asistir a su funeral por el bien de Zachary.

Quería que Zachary se sintiera mejor.

Cuando Chuck llevó a los dos niños a la antigua mansión de la familia Schick, ya era medianoche. Yara lo había acompañado también. La miré sorprendida y le pregunté: “¿Qué estás haciendo aquí? No, espera, ¿cómo conoces a mi asistente?”.

“Zachary me pidió que te acompañara”, explicó Yara.

Zachary hizo que Yara me acompañara en un momento como este…

Le pregunté a Yara con curiosidad: “No entiendo. Después de todo, partiremos mañana por la mañana. ¿Te hizo hacer un viaje extra?”.

Yara frunció el ceño y dijo: “Yo tampoco lo entiendo. Me envió el mensaje por la mañana, pero estaba ocupada, así que llegué tarde. Cuando vine por la noche, me encontré con Chuck en la carretera. Sólo quería saludarlo, ¡pero quién iba a saber que nos dirigíamos al mismo destino!”.

“No hablemos más de eso. ¡Hace poco Ralph me llamó pequeña tía!”.

Tomé a Ralph de sus brazos y le pregunté: “¿Tú le enseñaste?”.

“El asistente Chuck le enseñó. ¡El pequeño es muy listo! Cuanto más lo miro, más me gusta. Caroline, ¿por qué no me dejas ser su madrina?”.

Le puse los ojos en blanco y le pregunté: “¿Cuántos años tienes?”.

Rechacé la solicitud de Yara. Ella dijo dijo amargamente: “No menosprecies a los demás. Ya estoy casada, así que soy una adulta legítima”.

“Bien, admito que ya eres una adulta”, le dije, pero no cedí a su petición.

Al ver eso, Yara dejó de insistir. Ella solo dijo: “Bien. ¡No seré su madrina, sino solo su pequeña tía!”.

Yara aún era joven. Ella todavía no era apta para ser la madrina de los niños.

Después de eso, Yara me siguió de regreso a la residencia. Poco después, Zachary regresó a la habitación. Cuando vio a los dos niños, se sobresaltó: “¿Quién los trajo aquí?”, preguntó él.

Yo le expliqué: “Hice que el asistente Chuck los trajera”.

Zachary tomó a Bella de los brazos de Yara. ¡El pequeño se comportó obedientemente y se veía tan diminuto en los brazos del hombre!