El Amor Eterno romance Capítulo 695

“Así es. Ahora la vieja señora nunca lo sabrá” dijo Leo.

Cierto, ¡¡Ella ya estaba muerta!!

De repente, surgieron muchas dudas dentro de mi corazón.

Rápidamente saqué mi teléfono y quería llamar a Wale…

Parece que había borrado su número hacía algún tiempo. Usé el teléfono de Leo y llamé a Wale.

Cuando Wale respondió a mi llamada, le pregunté directamente: “¿Por qué el viejo amo usó la fecha de nacimiento de Stella como contraseña en la pared?”.

Wale quedó atónito por mi pregunta. Después de un rato, preguntó: “Jefa, ¿se refiere a la recámara secreta en la habitación del viejo amo?”.

Respondí con calma: “Sí. La contraseña es la fecha de nacimiento de Stella”.

“No estoy muy seguro. El viejo amo no ha abierto esa habitación durante los últimos veintisiete años”, explicó Wale.

¡Mi padre biológico nunca había entrado en la recámara secreta durante los últimos veintisiete años!

Veintisiete años…

En ese momento, ¡todavía no había nacido!

En ese momento, ¡él solo acababa de conocer a mi madre!

¡De alguna manera, sentí que había un gran secreto detrás de eso!

Empujé las puertas abiertas y entré lentamente. Mientras tanto, Leo me siguió. En el momento en que entré a la habitación, ¡vi una habitación entera llena de flores Galsang! Todas eran flores secas de Galsang, de esas que se convierten en especímenes. ¡Fueron almacenadas aquí durante algunas decenas de años!

No solo eso, había muchas fotos en todos lados de la recámara secreta. Era la misma mujer. En las fotos en blanco y negro, usaba maquillaje moderno. ¡Tenía un gran encanto de los viejos tiempos!

Podía reconocer sus rasgos. ¡La mujer no era otra que Stella Gundy!

¡La recámara secreta de mi padre estaba llena de fotos de Stella!

¡¿Qué podría significar eso?!

¡Tuve miedo de que mi madre haya vivido su vida como una broma!

Caminé alrededor de la cámara secreta. Me di cuenta de que todos los elementos eran antiguos, pero tenían marcas dejadas por Stella. En la mesa de estudio de la esquina, Leo encontró un sobre. ¡Una gruesa capa de polvo cubría la superficie del sobre!