El Amor Eterno romance Capítulo 790

A veces, Yara llamaba a Lance por su nombre completo. También ella se refería a él como tío Gregg en otras ocasiones.

Cuando Lance recibió el mensaje, él estaba a punto de entrar a la residencia de la familia Thompson con los regalos en la mano. Dejó el regalo y respondió al mensaje de Yara.

[Lance: Está bien, puedes comer menos. Una vez que llegue a casa, cocinaré para ti].

No importa cuales fueran los deseos de Yara, él los cumpliría. Después de todo, ella ya estaba en desventaja cuando se casó con él.

Lance guardó su teléfono y llamó a la puerta. El que abrió la puerta fue un hombre que, según la investigación anterior de Lance, era el hermano mayor de Yara, Nathan Thompson.

Lance asintió y se presentó cortésmente: “Un placer en conocerte. Soy Lance Gregg. No dejé que Yara viniera y vine a visitar…”.

Nathan lo interrumpió y le insinuó en voz baja: “Lo sé, lo sé. ¡No quieres que Yara se enfrente a este problema! Cuñado, déjame advertirte primero. No es fácil lidiar con mi mamá. Será mejor que tengas cuidado más tarde. De cualquier manera, ¡no me atrevo a ayudarte a decir nada!”.

Su cuñado parecía ser una buena persona.

Lance sonrió y dijo: “Vale. Gracias por recordarme”.

Nathan se hizo a un lado para Lance.

Lance vio a los padres de Yara sentados en el sofá de la sala de estar. Él se quitó los zapatos y se puso unas zapatillas. Luego, entró y se sentó frente a los dos mayores.

Con un comportamiento amable, Lance los saludó cortésmente: “Tío, tía. No sé cómo referirme a ustedes dos, y sé que ninguno de los dos me ha aceptado”.

La madre de Yara parecía molesta cuando dijo: “Sabes que nosotros nunca te aceptamos. ¿Qué tan desvergonzado es usted para visitar el recinto de los Thompson?”.

La madre de Yara habló en un tono grosero.

Honestamente, el padre de Yara estaba satisfecho con el aspecto de Lance frente a él. Después de todo, Lance tenía un buen aspecto y constitución. El único problema era su edad… Él era un poco mayor. Estaba bien que todavía tuviera treinta y tantos, pero Yara aún era demasiado joven para él.

Si liberaba a Lance, quizás muchas mujeres lo perseguirán. Además, escuchó que Lance era un pianista de renombre mundial. En toda la familia Thompson, solo su esposa no estaba satisfecha con Lance. Aun así, ¡¡él definitivamente no se atrevió a decir esas palabras!!

La expresión de Lance no cambió, ni siquiera en lo más mínimo. Cuando se enfrentó al menosprecio de la madre de Yara, se limitó a sonreír gentilmente.

“Tía, Yara firmó un matrimonio de cien años en Irlanda conmigo. Eso significa que solo nos pertenecemos el uno al otro en esta vida. Estoy seguro de que lo sabía. Dice eso porque no está satisfecha de que Yara se haya casado conmigo. Puedo entender eso. Puedo entender su enfado y sé que me aproveché de ella. Sin embargo, el realismo se ha establecido. No deseo ver a Yara sufrir cuando se queda atrapada entre nosotros”.

“Tía, estoy seguro de que usted también lo entiende. Ya sea que usted y yo tengamos algún problema, la que más sufre es Yara. Deseo su felicidad y creo que la tía también desea lo mismo. Por supuesto, no me casé simplemente con su hija por nada. Yo, Lance Gregg, juro que transferiré toda mi riqueza a nombre de Yara”.

La madre de Yara frunció el ceño: “A la familia Thompson no le falta dinero”.

Lance respondió sinceramente: “Eso lo sé bien. Sin embargo, esa es solo una pequeña muestra de amor. Una pequeña muestra de mi amor por mi esposa, Yara. Solo quiero que ambos sepan que la aprecio mucho”.

La madre de Yara no sabía cómo lidiar con el hombre que tenía delante. No importa lo que ella dijera, ¡podía manejarla con facilidad!

Originalmente, odiaba a los hombres mayores. Sin embargo, cuando Lance entró en la sala de estar y ella tuvo su primera impresión de él, su corazón se ablandó. Después de todo, Yara tenía buen gusto. ¡El hombre que eligió era evidentemente firme y maduro!

Yara no estaría en desventaja si pasara su vida con él.

Antes de que llegara Lance, la madre de Yara consideró muchas palabras desagradables para dificultar la vida de Lance. Planeó tanto, pero nunca consideró que ocurriera tal situación. Ella nunca esperó estar satisfecha con su yerno.

La madre de Yara se quedó en un largo silencio antes de preguntar débilmente: “Lance, ¿por qué te casaste con mi hija?”.

Lance respondió con consideración: “Tía, pensé que no me casaría por el resto de mi vida. Pensé que viviría una vida solitaria hasta que muriera”.

Su suegra preguntó rápidamente: “¿Es por Caroline?”.

Lance negó con la cabeza y dijo con calma: “No es por eso. Tenía algo de historia con Caroline, pero no había nada entre nosotros. Incluso hasta ahora, Yara y yo seguimos siendo inocentes. Nunca dimos un paso adelante”.

Lance hizo una pausa y añadió pensativamente: “Mi madre dijo que nací como un hombre frío. Por esa razón, nunca tuve la idea de formar una familia en mi vida. Por lo tanto, había sido un hombre soltero hasta que conocí a Yara. Ella me dio la sensación de calidez, una sensación que nunca antes había sentido”.

Su suegra preguntó de repente: “¿Todavía no lo han hecho?”.

Lance se asustó. Él asintió con la cabeza y dijo: “Después de todo, no habíamos visto a los mayores. No quería que Yara se sintiera agobiada”.

Lance se quitó los zapatos y se puso las zapatillas. Luego, fue al dormitorio. Yara estaba acostada en su cama mientras jugaba con su teléfono como una niña.

Cuando él entró, ella se sorprendió. Ella preguntó: “¿Cómo te fue?”.

“Tu mamá estuvo de acuerdo”, dijo él.

Yara vestía solo un camisón blanco de niña. Parecía conservador, pero su apariencia aún así causó una oleada de emociones en el corazón de Lance.

Yara se sorprendió y preguntó: “¿Ella realmente estuvo de acuerdo?”.

“Mjm. Después de todo, no se puede cambiar nada. A lo más, tu madre me dio una advertencia. Después de que me dio su advertencia, no tuvo otra opción. Lo único que puede hacer ella es aceptarlo”.

Yara dijo con respeto: “Tú tenías razón”.

Yara se mordió los labios y Lance se inclinó de repente. Apoyó ambas manos en la cama mientras se acercaba a ella. Su mejilla se acercó a la de ella cada vez más. Al final, él plantó un beso suave y ligero en la comisura de los labios de ella.

Eso bastó para que el corazón de Yara se derritiera y casi se detuviera.

Ella ansiaba el cuerpo perfecto de Lance.

Lance no se atrevió a hacer nada más que se pasara de la raya. Él simplemente la besó suavemente y le pidió permiso: “Yara, ¿puedo?”.

Él rara vez la llamaba Yara con ese tono. Su intención era obvia.

Yara bajó la mirada tímidamente y lo llamó: “Lance”.

Sin duda fue una invitación.

“Yara, mi esposa”.