El Amor Eterno romance Capítulo 824

En el quinto piso, Summer y yo fuimos a tomar un bocado rápido. Cuando ya casi caía la noche, Blueson sugirió ir al Restaurante Costero para disfrutar de un festín de mariscos.

Los cuatro tomamos el mismo coche. Zachary y yo nos sentamos en la parte de atrás. Blueson era el conductor, por lo que Summer se sentó en el asiento del pasajero delantero.

Cuando llegamos a la orilla del mar, nos encontramos con un accidente que ocurrió al frente y nos bloqueó el camino. Pensamos que podíamos aparcar y caminar hasta el Restaurante Seaside, ya que no estaba muy lejos.

Sin embargo, nos quedamos aturdidos cuando pasamos por la escena del accidente. Wallace había chocado con el coche de otra persona.

Cuando lo vimos, el conductor herido del otro coche fue llevado al hospital. Por su lado, Wallace estaba sentado en su coche con la cara de enojo. Cuando me vio, él preguntó en sorpresa: “¿Por qué estás aquí? ¿Escuchaste que estaba aquí y te apresuraste a venir?”.

Abracé el brazo de Zachary y fruncí el ceño.

“¿Qué ocurrió? ¿No dijiste que llegarías a Ciudad Wu por la noche? ¿Cómo te metiste en problemas en el momento en que llegaste?”.

“Vi a Nébula antes. Él se subió al coche justo al frente de mí y me sorprendió. ¿No estaba muerto? ¿Por qué terminó en Ciudad Wu? Sentí curiosidad, así que lo seguí y descubrí que de verdad era él. Él tuvo mala suerte, así que lo llevaron al hospital. Yo solo recibí heridas leves, así que estoy bien”.

Wallace no mostró remordimiento, aunque chocó su coche contra otra persona.

Era la segunda vez que escuchaba el nombre “Nébula”.

La policía de tránsito estaba manejando la caótica escena. Wallace se rascó la herida de la cara y bajó de su coche. Caminó hacia mí y me preguntó: “¿A dónde vas?”.

Wallace ignoró por completo la presencia de Zachary y Blueson. Aunque eran enemigos, ¡él era el que siempre le causaba problemas a los demás!

Wallace nunca pareció aprender la lección. Afortunadamente, Zachary y Blueson no se molestaron por él. Saqué un paquete de pañuelos de mi bolso y se lo di a Wallace.

“Nosotros vamos a ir al restaurante a cenar”.

“¿Me puedo unir?”. Wallace tenía que preguntar.

Él tomó el pañuelo y simplemente se limpió la herida mientras me miraba con los ojos esperanzados: “No me provoques más problemas”, suspiré.

“Mjm, ¡te escucharé! Le traje algunos regalos a mi sobrina y a mi sobrino. Es un diamante raro recién descubierto”.

Aunque Wallace era una persona extremista, él trataba con amabilidad a quienes consideraba cercanos a él.