El Amor Eterno romance Capítulo 841

El asistente Yair inmediatamente estiró la mano para abrir la puerta, pero el hombre que estaba enfrente de repente se dio la vuelta y lo dejó inconsciente. Arrastró al asistente Yair fuera del coche.

Cuando vi su rostro claramente, era un rostro familiar y atractivo: Lucas Moore.

Le pregunté sorprendida: “¿Qué haces aquí?”.

Durante la cena, el asistente Yair me dijo que acababa de llegar a Siria. No solo eso, solo tomó unas horas llegar con nosotros. Incluso fingió ser mi conductor y dejó inconsciente al asistente Yair.

Lucas sonrió. “Señorita, tiempo sin verla”.

Él cerró el coche justo después de eso, y no pude abrir la puerta.

Era un coche a prueba de balas y solo el conductor podía controlar la cerradura. Le pregunté ferozmente: “Lucas, ¿qué estás tratando de hacer?”.

“Señorita, usted vino a mi territorio a buscar a alguien. Es imposible que no tenga que pagar el precio. Sin embargo, no se preocupe. No le haré nada ni la pondré en peligro. Solo quiero llevarla a un lugar; al lugar al que querías ir. Eso es todo”.

Estaba confundida por las palabras de Lucas.

Traté de mantener la calma y pregunté: “¿A dónde me vas a llevar?”.

“Donde Charles está encarcelado”.

Ese era nuestro destino. La única diferencia fue que Lucas se convirtió en quien me llevaría allí. Si me llevara allí, sería un viaje seguro.

Sin embargo…

Le pregunté: “¿Por qué debería creer en ti?”.

Él respondió con un tono gentil: “¿Tan siquiera me puedes rechazar?”.

Él sonrió gentilmente. “No te voy a lastimar. En serio”.

Lucas condujo mi coche lejos de mi convoy. Detrás de nosotros, se escuchó el sonido de disparos mientras nos perseguían atrás. Algunos coches nos alcanzaron, pero Lucas se escapó fácilmente. Con una voz indiferente, Lucas advirtió: “Señorita, si no quiere salir lastimada, dígales que se detengan. El que está en desventaja no soy yo”.

Murmuré y pregunté: “¿Por qué?”.

“Señorita, no puedo dejar que Zachary asuma que fui amable con usted. Por eso la secuestré a propósito. Lamento haberla asustado”.

¿Por qué pensó tal cosa? No solo eso, era una persona tan gentil. En ese momento, ¡no fui capaz de entenderlo!

Ya que me dejé llevar por la corriente, me sentí aliviada. Ya no estaba preocupada ni asustada. Además, mis hombres seguían detrás del coche todo el tiempo.

Lucas era una persona tranquila. Mientras conducía, permaneció en silencio todo el tiempo. Solo conversamos al principio cuando le hice algunas preguntas.

Al amanecer llegamos a un pueblo en alguna parte. Lucas detuvo el coche junto a la carretera. Luego me bajó del coche y me compró un vestido y algo de comida.

Durante el resto del día, Lucas siguió conduciendo y estábamos casi a mitad de camino para llegar a la ubicación de Charles. Mientras tanto, mi cuerpo se había vuelto débil. Aun así, apreté los dientes y nunca hice ningún ruido. Cuando Lucas se dio cuenta de mis anomalías, él detuvo el coche junto a la carretera.

Bajé rápidamente del coche y comencé a vomitar. ¡Vomité todo lo que comí por la mañana!