El Amor Eterno romance Capítulo 863

Había tantos hombres y mujeres guapos en este mundo, pero muy pocos con clase. Una vez dije que yo tenía una cara elegante. Mi cara tenía una textura especial y era muy flexible con el maquillaje. Era perfecta.

No me jactaba, esto era un hecho.

También era mi mayor ventaja.

Evanesce dijo que la cara de Zayn era elegante.

Ese fue un cumplido muy preciso.

¿Cómo debería describir el rostro de Zayn?

Él no era muy guapo, pero era guapo de una manera elegante. Él tenía una mandíbula llamativa, pero aún parecía un adolescente.

Él era una celebridad y tenía un aspecto muy flexible. Evanesce tenía razón, él tenía un aspecto elegante.

Él también tenía una altura adecuada y no era tan alto como Zachary.

Ser tan alto como Zachary no era bueno en la industria del entretenimiento.

Después de todo, solo había unos pocos actores que podían colaborar con personas tan altas.

Aparte de eso, él tampoco era bueno bailando.

Yara lo pensó durante mucho tiempo y dijo: “Él tiene clase y es muy popular entre las chicas jóvenes. ¡Yo también lo seguí durante algún tiempo!".

"¿A ti también te gusta?". Yara parecía que ya había encontrado una amiga que la entendía.

"Bueno, me gusta escuchar sus canciones".

"¿La señora Gregg quiere irse a casa conmigo?". Lance, que estaba detrás, de repente llamó a Yara justo después de que ella terminó su oración.

"¡Sí!". Yara se puso rígida.

Ella se fue después de despedirse.

Yara, quien nos invitó, fue la primera en irse. Esperé a Zachary en el salón de banquetes y Evanesce estaba sola.

"Te llevaré a casa más tarde", propuse.

"No, tomaré un taxi yo sola. ¡No quiero ser un mal tercio!", dijo Evanesce con tristeza. "Zayn debería haberse ido antes. No lo he visto desde que terminó su actuación".

"¿Debería haber algunas entrevistas con celebridades?", adivine.

Me reí y dije: "Siempre estás repitiendo eso".

"Sí, y no quiero volver a Europa". Evanesce suspiró y dijo: "Ya me he enamorado de esta ciudad lluviosa, nevada y lúgubre. Al menos la gente aquí es cálida".

Sonreí y le pregunté: "¿A quién te refieres?".

"¡Tú y el jefe!", se burló Evanesce y se fue. Su delicada espalda parecía solitaria. Ella no parecía ser más alta que 1,6 metros. Su boca también era calumniosa y estaba llena de mentiras.

Sin embargo, no era molesta.

Solo hacía que la gente se sintiera un poco más informal.

Me levanté para buscar a Zachary, pero cuando pasé por el jardín trasero, vi a una persona solitaria que estaba sentada en el banco junto a la fuente.

Lo llamé tentativamente: “¿Señor Moore?”.

No podía equivocarme con esa gabardina estampada.

Así vestía Lucas.