El Amor Eterno romance Capítulo 883

“¿Recuerdas a la celebridad que me gusta? Zayn tiene un concierto aquí en dos días. Decidí que vendría antes para ver el lugar. ¿Tal vez ayudarle?”.

Suspiré y dije: “Ya has gastado tanto dinero en ese hombre. ¿Cuánto más vas a gastar? ¿No tienes miedo de que Eason se entere?”.

“El dinero que gasto es mío. Por el momento, dudo que se dé cuenta. Además, no hago esto todo el tiempo, ¡así que pensé que podría darlo todo!”.

“Eso depende de ti. Después de todo, estás gastando tu propio dinero”.

Luego seguí a Chuck fuera de la sala del hospital mientras le recordaba: “Eres la jefa de la familia Zich. Es conveniente que lo persigas, ¡pero recuerda no jugar con Zayn!”.

“¡Oh, por favor, no soy una niña rica que juega con los sentimientos de la gente!”.

“¡Vale! De todas maneras, estoy ocupada y necesito irme”, dije.

“¡Muy bien, te veré mañana!”.

Evanesce se estaba apresurando a conseguir un novio para poder deshacerse de Eason. Perseguir a una celebridad era solo una excusa. Eligió a Zayn y por eso estaba dispuesta a gastar una gran cantidad de dinero para llamar su atención.

Después de todo, ella le dio una propina tan grande durante la sesión en vivo. Zayn debía de haber sentido curiosidad por saber quién estaba detrás de todo. Él descubriría que era Evanesce tarde o temprano.

Solo los niños jugaban a esos juegos.

Sin embargo, yo no podía volver a experimentar ese tipo de diversión.

A veces envidiaba a los de su edad.

¿Qué hice cuando tenía veinte años?

Oh cierto, me casé con Dixon sin pensarlo dos veces.

¿Qué tan diferente era yo de Evanesce?

Terminé la llamada y le pasé mi teléfono celular a Chuck. Él me ayudó a ponerlo en mi bolso y procedió a acompañarme a caminar hacia el club. El camino que se dirigía hacia el club estaba iluminado con luces brillantes. Llegamos al club cincuenta minutos más tarde.

Mi cuerpo estaba agotado por la larga caminata. Chuck me preguntaba constantemente si quería subirme al coche en el camino, pero tenía ganas de vomitar cada vez que pensaba en sentarme en un coche o incluso cuando veía un coche.

Mi expresión facial fue solemne cuando pregunté: “¿Estás seguro?”.

El gerente entró en pánico de inmediato y dijo: “¡Le ruego que deje de cuestionarme! No me atrevo a ofenderla ni a usted ni al señor Schick. Puede tomarse su tiempo y buscarlo. Es posible que incluso desee verificar el cuarto piso. Pero no escuchó esto de mí, ¿de acuerdo?”.

¡¿Estaba Zachary en el cuarto piso?!

Lo dejé ir y dije: “¡Márchese!”.

Chuck y yo entramos en el ascensor que llegaba al cuarto piso. El pasillo estaba vacío y la atmósfera era muy diferente en comparación con el piso de abajo.

Me aparté y vi a un hombre corpulento que se dirigía hacia mí. Tenía una mujer hermosa y bonita en sus brazos. Le dijo con una sonrisa: “Zachary también está aquí hoy. Necesito ganarme su favor en el futuro”.

La mujer respondió: “Hermano, ¿es realmente necesario que te ganes el favor de alguien?”.

El hombre corpulento luego dijo: “¡Zachary no es una persona normal!”.

La mujer continuó: “¡Es un desperdicio que no le gusten las mujeres! ¡Escuché a un par de mis hermanas quejarse de que él las echó a todas de la habitación privada!”.