El Amor Eterno romance Capítulo 968

Yara recibió la llamada telefónica de Lance y estaba dudando. Ella no se atrevió a volver a casa. Ella pensó que no había prisa, ya que él estaba en Japón, así que ella le pidió prestado un coche deportivo a Dixon para desviarse por las montañas. ¡No esperaba ser atrapada instantáneamente!

Ella tuvo mala suerte. Casi la atrapan cada vez que iba a alta velocidad. Ella miró a la policía quien la atrapó. El oficial desvió la mirada, por lo que ella tuvo que preguntar: “¿Cómo sabes dónde estoy todo el tiempo? ¡¿Me estás siguiendo todo el día?!".

La policía dijo sin rodeos: "Alguien la denunció".

Yara era inteligente. Las personas inteligentes se daban cuenta de que alguien estaba mintiendo. El policía también estaba nervioso, ¡¡como si hubiera hecho algo mal!!

Yara lo amenazó: “Dime la verdad, o vendré por ti después de que deje este lugar. ¡No conocerás la paz! Oh cierto, soy una desgraciada. Te acosaré en tu apartamento. ¡Todos tus compañeros de trabajo se reirán de ti!”.

Yara estaba actuando ridículamente.

El policía suspiró y dijo: “El señor Gregg me lo ordenó”.

Yara frunció el ceño. "¿Lance Gregg?".

“Sí, el señor Gregg nos dijo que la llevemos a la estación si manejaba a las montañas. ¡Él aceptará todas las consecuencias!".

"¿Dixon Gregg me denunció?".

Yara le pidió prestado el coche deportivo a Dixon, por lo que solo Dixon lo sabía. ¡Ese hombre!

Yara dijo apresuradamente: "¡Dame el teléfono!".

Yara llamó a Dixon para culparlo. "¡Cuñado, te estás pasando de la raya con esto! ¡Ven a buscarme a la comisaría!".

Dixon estaba confundido. "¿De qué estás hablando?".

"Estoy en la comisaría. Solo tú sabías sobre el camino por el que iba".

Dixon suspiró ante eso. "Te equivocaste de persona".

Dixon llegó apresuradamente a la estación y recogió a Yara. Se dio cuenta de que Yara estaba furiosa, por lo que explicó con calma: “Esto no tiene nada que ver conmigo. No tengo los motivos; no es beneficioso para mí. Deberías pensar en la posibilidad de que mi hermano haya enviado a alguien para que te siga".

Yara pensó que eso tenía mucho sentido.

Ella fue enviada a la estación de policía varias veces debido a ir a alta velocidad. Anteriormente, fue de mala suerte. En aquel entonces, Lance no tenía derecho a controlarla. Sin embargo, después de casarse, tenía menos libertad. La última vez que salió a divertirse fue con Nathan en Ciudad Wu. El coche se había averiado, ella vio tres tumbas en el camino, y Lance fue quien la recogió al final.

Desde entonces, él le enviaría un mensaje a Yara cada vez que condujera.

[Lance: Yara, ten cuidado cuando conduzcas].

Era como si supiera dónde estaba ella en todo momento.

Yara se dio cuenta de que Lance la estaba vigilando. Aunque lo hacía con buenas intenciones, Yara no pudo aceptarlo. Ella se sentía como si la estuvieran vigilando todo el tiempo; no tenía libertad en absoluto. Un matrimonio como este... Yara tuvo que preguntarse si quería eso.

Ella se casó por el calor del momento. En Irlanda, el vencimiento de un matrimonio era de cien años. Yara sintió que cavó su propia tumba.

Ella estaba preocupada.

Ella siguió a Dixon por las escaleras de la estación de policía y dijo: “¿Me casé demasiado pronto? Apenas tengo veinte años".

Yara tenía veinte años.

Lance tenía casi treinta y cuatro años.

Dixon frunció el ceño y le preguntó: "¿Tienes dudas sobre estar casada?".

Yara preguntó: "¿Fui demasiado imprudente?".

Dixon estaba a su lado. Él preguntó: "¿Amas a Lance?".

Yara respondió seguramente: "Sí, lo amo".

Ella no se habría casado con él si no lo amara.

"Entonces no fuiste imprudente. Si quieres hablar de imprudencia, Carol fue la más imprudente cuando se casó conmigo. Se casó conmigo sin saber quién era yo y sufrió por ello. Lance y tú son diferentes. Ustedes dos se aman mutuamente. ¡No es imprudente si tienen sentimientos el uno por el otro! Lance tampoco es un mal tipo; él solo está preocupado por ti. Me dijo algo sobre ti: eres una chica que juega a todos estos juegos peligrosos; es preocupante, sobre todo cuando ese alguien te ama y es tu marido".

Dixon rara vez era tan útil.

Yara lo entendió completamente.

Lance estaba preocupado porque la amaba.

Sin embargo, sus preocupaciones se expresaron en métodos repugnantes.

Yara suspiró y dijo: "Me equivoqué al culparte entonces".

Dixon sugirió: "Si te preocupan las acciones de Lance, deberías decírselo honestamente".