El Amor Eterno romance Capítulo 974

Las cuatro chismoseamos por un largo rato. Los tres hombres estaban en silencio en el fondo. Finalmente, fui yo la que dijo que quería descansar. Las tres mejores amigas abandonaron el chat. El chat grupal se quedó en silencio al instante. Puse mi teléfono sobre la cama y me acurruque sobre Zachary.

Me acarició la cabeza y me preguntó: “¿Ya no están charlando?”.

“Sí, quiero hablar contigo”.

Zachary frunció las cejas. “¿No has charlado lo suficiente?”.

Hizo una pausa y dijo: “Haré que alguien envíe el piano aquí mañana. Y Pastor Uno, Pastor Dos están en camino en un vuelo”.

Pregunté con tono de sorpresa: “¿Pastor Uno y Pastor Dos van a venir?”.

Zachary miró el horizonte oceánico bajo la noche cubierta de estrellas. Dijo con voz suave: “Me preocupa que te aburras. Pastor Uno y Pastor Dos siguen a la gente, por lo que te seguirán a donde vayas. También puedes pasar el tiempo jugando con ellos. Además, ellos están entrenados, así que es muy divertido jugar con ellos”.

Zachary fue considerado conmigo en todos los sentidos.

Le besé alegremente en la mejilla, y el hombre me miró y sonrió: “Pegajosa”.

Me subí a su abrazo y le dije: “Por supuesto. Aunque llevamos dos años juntos, no estamos siempre juntos. Es raro que haya día casuales como este. Hace poco que estoy apegada a ti. No tuve la oportunidad de serlo antes, ¿verdad? Siempre pasa algo cuando estamos juntos. No es nada pacífico”.

Zachary dijo: “Son unas vacaciones a escondidas”.

Sí, porque esas personas en Ciudad Wu fueron heridas.

Zachary usó esa oportunidad para tener vacaciones conmigo.

Le pregunté: “¿Por qué no traes a los niños?”.

Zachary respondió en un instante: “Son problemáticos”.

Me reí y pregunté: “¿Interrumpirán tu tiempo con tu amante?”.

“Estoy herido, no puedo cuidar de ellos. Son perezosos y les encanta tomar siestas. Podríamos traer a la niñera, pero eso no está bien para una luna de miel. Además, quiero pasar el tiempo contigo a solas”.

Esa última oración era el punto principal.

Le tomé la mano y le dije: “Segundo hermano, te estás volviendo bueno para decir las cosas correctas. ¡Ese no es el rumoreado intrépido y poderoso Zachary Schick! Segundo hermano, me gusta esta gentileza que solo estaba destinada a mí”.

Él tomó mi vestido y dijo: “Lo lavaré por ti. Diviértete con los perros; hay desayuno en la cocina”.

¡¿Zachary era demasiado como un marido amo de casa?!

Zachary entró en el pasillo. Me di cuenta de que había un piano al final del pasillo. ¿Cuándo llegó eso allí?

¿Dormí mientras ocurría todo esto?

Me reí y fui a la cocina.

Los dos pastores alemanes me siguieron. Entré en la cocina y vi que Zachary había preparado un emparedado. También calentó un vaso de leche.

Sin embargo, la leche se había enfriado.

La volví a calentar en el microondas.

No pude terminar el emparedado, así que lo partí y se lo di a Pastor Uno. Pastor Dos me miró con ojos de cachorro y movió la cola.