El Beso que Atrapó a mi Señor Perfecto romance Capítulo 18

Esther se giró hacia Sergio, ladeando ligeramente la cabeza.

Años de entendimiento mutuo permitieron que captara al instante lo que ella quería decir.

Sergio carraspeó, levantó la mano, ajustó el auricular Bluetooth que llevaba habitualmente en la oreja izquierda, y luego, con un aire despreocupado, pasó por delante de Adrián y Esther.

Bajó la voz a propósito, fingiendo estar en una llamada telefónica.

"Jefe, fue realmente embarazoso hace un rato, estaba reprendiendo al Sr. Gómez, ¡y él lo escuchó! Sí, es él el que te quitó el cuadro que te gustaba.

Olvídalo, digamos que se lo dejamos. ¡Los cuadros de Lady Lotus no son solo Susurro en el Viento, podemos comprar otros más tarde!"

Dicho esto, Sergio se alejó.

Esther miró a Adrián, levantando inocentemente una ceja.

"Señor, ¡parece que ese hombre estaba hablando mal de ti!"

Adrián miró a Esther, expresando sospecha: "¿No lo conoces?"

Esther negó con la cabeza: "¡No, no lo conozco! ¿Conoces a ese hombre? ¿Por qué te estaba insultando?"

"Todavía no has respondido a mi pregunta, ¿qué estás haciendo aquí?"

Fingió un suspiro de frustración: "¡Vamos, me despidieron de Águila Industrias CO.! Hoy escuché que estaban contratando subastadores aquí, así que apliqué, ¡vine a una entrevista!"

Adrián seguía siendo un poco sospechoso, "¿Tienes una entrevista de trabajo?"

Ella negó con la cabeza, encogió los hombros y dijo: "¡No! Buscan a alguien con más de tres años de experiencia, ¡no cumplo con los requisitos!"

Él miró de arriba a abajo, parecía muy joven.

Si la ponen en el podio de la subasta, la gente podría pensar que están subastando artículos para estudiantes.

Esther levantó la cabeza y preguntó: "Señor, ¿qué estás haciendo aquí?"

"Mi abuelo quiere algunos cuadros, vine a comprarlos para él."

"Oh, ¡eres muy considerado!"

En ese momento, su teléfono sonó.

Adrián contestó la llamada, frunció el ceño y luego colgó.

Esther estaba a punto de hablar, cuando de repente se escuchó la voz de una niña: "¡Adri!"

Giró la cabeza y vio a una joven con un vestido de novia corriendo hacia Adrián, preguntándole ansiosamente: "Adri, ¿ha llegado el hombre que te pedí que buscaras?"

Adrián llevó a Esther, que estaba a un lado, frente a la chica con el vestido de novia y le preguntó:

"¿Qué te parece?"

La joven miró fijamente a Esther.

Ella se sentía como si estuviera a punto de ser vendida, cruzó los brazos sobre su pecho, y preguntó "¿Qué están planeando hacer?"

La chica miró a Esther y frunció ligeramente el ceño.

"¡Es muy bonita Adri!, ¡la dama de honor que encontraste para mí es más bonita que la novia!"

Adrián miró a Esther y sonrió fríamente: "¿Es bonita? ¿Cuándo se te estropearon los ojos que no me lo dijiste?"

¡Esther miró a Adrián con enfado!

Ahora entendía.