El Beso que Atrapó a mi Señor Perfecto romance Capítulo 82

Nacho se puso tenso, "¿Sra. Gómez, cómo es que de repente no me reconoces? ¡Me atraparon aquí porque estaba haciendo algo por usted!"

"...¡Te equivocaste! ¡Ni siquiera sé quién eres! ¡Lárgate! ¡Aléjate de mí!"

Verónica evitó a Nacho y se dirigió a los oficiales de policía cercanos con un tono agresivo: "¿Qué están esperando? ¡Llévense a este criminal! No dejen que siga hablando tonterías aquí, ¡es aterrador!"

Dicho esto, Verónica corrió hacia adelante y llevó a la abuela Gómez para salir rápidamente, "Abuela, vamos a salir de aquí rápido. ¡Este lugar está lleno de gente rara!"

Nacho, que estaba siendo llevado por la policía, de repente se enfureció, luchó y gritó: "¡Sra. Gómez, me usaste y luego me dejaste! ¡Si me tratas como basura, buscaré venganza!"

"¡Oficial, quiero hacer una denuncia! ¡Fue ella! ¡Ella es la que me hizo hacer todo, ella es la verdadera instigadora del caso!"

La repentina denuncia de Nacho hizo que todos en la comisaría voltearan a ver a Verónica.

"Abuela, este tipo está loco. ¡Vamos salgamos rápido de aquí!" Verónica intentó mantener la calma, solo quería salir de allí lo más rápido posible.

Sin embargo, la abuela Gómez sintió que algo no estaba bien. En lugar de abandonar el lugar con Verónica, se volvió para preguntarle al oficial: "Hola, ¿qué delito ha cometido este hombre?"

"Señora, fue arrestado por supuestamente instalar una cámara en la suite de un hotel e invadir la privacidad de los demás!", respondió un policía a cargo del caso.

Al principio, Nacho planeaba difamar a Esther como una prostituta para ganarse el favor de la Sra. Gómez y obtener la inversión del Sr. Gómez.

Después, por sus propias razones, instaló una cámara oculta en la habitación del hotel, esperando grabar el proceso de humillación de Esther para su propio deleite.

Pero antes de que pudiera grabar algo, la policía irrumpió y lo arrestó.

La abuela Gómez miraba seriamente a Nacho, pensó por un momento y luego volvió la cabeza hacia su nieta Verónica, "Vero, ¿conoces o no a este hombre?"

Verónica, nerviosa, negó con la cabeza, "Abuela, ¡no lo conozco! Por favor, no escuches sus tonterías, estoy segura de que está confundido."

Al oír estas palabras, Nacho se enfureció y protestó vehementemente:

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