El corazón de Señor Peréz romance Capítulo 412

-Emiliano.- Juan esperaba en el pasillo después de contestar la llamada.

Al ver que Emiliano regresó, lo saludó de inmediato.

-Mauren, ¿por qué estás con Emiliano?-

-Nos encontramos fuera.- Emiliano miró hacia el salón donde Solamente había unos pocos sirvientes trabajando allí.

Antes había estado pensando que esta era una casa muy tranquila y pacífica, pero ahora se sentía inexplicablemente raro de que hubiera gente espiándole por todas partes y que existiera el peligro a todo alrededor.

Le susurró al oído, -Juan, hablemos en privado.-

Juan los llevó directamente al estudio de Vicente.

Por lo general, aparte de Vicente, solamente Juan podía entrar al estudio a sus anchas, e incluso los sirvientes no se atrevían a entrar y limpiar a voluntad.

Cada vez que venían a limpiarlo, Juan tenía que vigilarlos todo el rato.

Esto mostró la importancia del estudio.

-Emiliano, ¿qué está pasando?- Le preguntó Juan inmediatamente después de cerrar la pesada puerta.

-¿Pasó algo en casa?-

Aunque Emiliano no dijo nada todavía, ya sentía vagamente una gran ansiedad.

-Juan, ¿no hay noticias del abuelo?-

-No sé adónde fue Vicente hoy. He mandado a buscarlo, pero hasta ahora no he tenido noticias de él.-

-¿Dónde está mi tía?- Los titulares del periódico matutino estaban llenos de noticias sobre la familia López.

Era su tía quien estaba con su abuelo durante ese tiempo.

-Tampoco encuentro a Guadalupe. He escuchado que salió afuera con Vicente.-

"¿Adónde fueron? ¿Los dos son tan misteriosos que ni siquiera contestan al teléfono?" murmurando en su mente en ese momento.

-No contestan el teléfono.- Juan pareció aún más preocupado, -Emiliano, si hay algo, puedes decírmelo directamente.-

Si nadie dijo algo, de esta manera, un anciano como él se asustaría cada vez más por miedo a que hubiera ocurrido algo grande.

Emiliano estaba un poco indeciso, pero si Juan pudiera ayudarlos con este asunto, sería beneficioso para ellos.

-Juan...-

-Emiliano, podéis confiar en mí completamente.-

Juan lo vio muy angustiado y también se sintió mal.

-He estado con Vicente durante tantos años, y también os vi crecer desde erais chiquillos. ¿Qué tipo de persona soy? Piénsalo por ti mismo.-

Emiliano trató de tranquilizarlo, -Es que de repente suceden tantas cosas en casa, me siento un poco perdido.-

-Juan, no le culpes al Emiliano, él ...está muy desconcertado ahora. -

Mauren, que no había estado hablando todo el tiempo, también le ayudó para tranquilizar a Juan.

Juan suspiró, -¿Por qué tengo que culparlo? En realidad, también me encuentro muy nervioso.-

Los miró a los dos abrumado, -Cuanto más no habléis, más nervioso estaré.-

Emiliano no tenía la intención de ocultárselo y dijo directamente, -Bita no es la nieta de mi abuelo, dudo que lo sea Mauren.-

-¿Qué?- Juan estaba muy sorprendido que casi le dio un infarto.

-Yo... no estoy segura.- Mauren no quería ser la que engañaba a los demás, y ella realmente no estaba segura.

-He hecho una prueba de paternidad antes, cuyo resultado mostró que no soy la nieta del abuelo López.-

-No te he dicho que puede que haya gato encerrado, si la vuelves a hacer, es posible que obtengas un resultado completamente diferente.-

Emiliano puso su mano sobre su hombro y lo apretó con un poco de fuerza.

-Creo que lo eres, y tengo el presentimiento de que eres la verdadera nieta del abuelo.-

-Pero esto no es algo que pueda determinarse intuitivamente,- balbucía Juan.

Ahora estaba hecho un lío.

"Bita no es la nieta de Vicente, pero ¿puede que lo sea Mauren?" no paraba de pensar para sí mismo.

-Pero llevamos personalmente a la señorita Bita y a Vicente para hacer la prueba, y tú estabas allí.-

-La prueba fue falsificada, y Bita admitió que la muestra de sangre enviada para hacer la prueba de paternidad con mi abuelo era de Mauren.-

Las palabras de Emiliano le dejaron la mente en blanco.

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