La expresión de Oscar se quedó en blanco por un momento, luego se llevó la mano a los labios y tosió.
-No, piensas demasiado. Aunque vuestra ubicación es un poco especial, no es que no haya ningún otro jefe que pensara lo mismo que tú. Pasé por allí por casualidad. No pienses tanto. Además, si no fuera por mí, seguro que te habrían devorado viva ayer esas personas. Tal vez sea esto la telepatía entre esposo y esposa.-
Cuanto más hablaba Oscar, más seguro se volvía de sí mismo, pensaba que esta excusa no podía ser más perfecta.
-Laura, ¿no crees que hay un vínculo especial entre nosotros? Es precisamente por la existencia de este vínculo por la que cada vez que estás en peligro, puedo llegar a tiempo. Estamos protegido por los dioses, por eso siempre podemos salir de situaciones peligrosas.-
Laura no era una niña de la edad de Iker, por supuesto que no se creía lo que decía Oscar de que estaban protegidos por dioses. Le miró, estaba muy insatisfecha con su respuesta.
-No me vengas con cuentos, ¿acaso no te conozco? Oscar, dime honestamente, ¿pusiste a alguien a mi lado y por eso puedes saberlo en el primer momento cuando estoy en peligro?-
La mujer que amaba era bastante inteligente.
Oscar arqueó las cejas, sentía que la mujercita en frente de él se estaba volviendo cada vez más difícil de engañar, pero tampoco podía decirle la verdad de esta forma, de lo contrario, según el carácter de Laura, definitivamente se enfadaría.
El hombre acarició la cabeza de Laura un par de veces, su expresión estaba más tranquila y calmada, y su tono era también muy seguro.
-De verdad que no, no te preocupes. Aunque estoy preocupado por tu seguridad, confío en tus habilidades y, además, ya me lo has dicho antes. Querías tener tu propio negocio por tu propio esfuerzo. Como esposo, ¿cómo puedo intervenir y luego dejar que el deseo de mi esposa se haga añicos cuando mi esposa tiene un deseo tan grande como ese?-
Cuando Oscar llegó a la segunda parte de su discurso, su mano se acercó a la cara de Laura y le pellizcó un par de veces en la mejilla.
-Créeme, de verdad que no es tan complicado como piensas.-
Laura se sorprendió por los movimientos de Oscar y apartó la mano grande hombre.
-Por qué me toqueteas cuando hablas, todavía hay mucha gente en el comedor que nos están mirando.-
Cuando terminó de hablar Laura, las doncellas y sirvientes que estaban al lado a la espera de órdenes, giraron la cabeza al instante, fingiendo como si no hubieran visto o escuchado algo.
Cuando Oscar vio esto, la sonrisa en su rostro de repente se hizo más grande. Levantó la cabeza y miró a los demás que estaban en el pasillo, levantó a propósito la voz y preguntó, -¿Habéis escuchado algo?-
-¿Qué?-
Emma estaba ocupándose de los platos y fingió que acababa de escuchar la pregunta de Oscar.
-¿Han dicho algo? Qué oído tengo, estaba tan centrada en mi trabajo que no he escuchado nada. Esto es lo malo de cuando eres viejo. Si la señora y el señor tienen algún, por favor decidlo un poco más fuerte, de lo contrario, no puedo oírlo.-
Las palabras de Emma eran simplemente el perfecto broche final. Aunque parecía decir que no había escuchado nada, pero después de escucharlo Laura, solo se sintió más avergonzada. Levantó la mirada y vio que la sonrisa indescriptible del rostro de Oscar. Al ver su sonrisa, Laura se sintió más avergonzada.
¡Lo había hecho apropósito!
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