Luego de abandonar Cheng Tian, Tangning no fue directamente a casa. Originalmente, planeaba visitar a Mo Ting en Han Rui, pero luego de llegar afuera, Lu Che le dijo por teléfono que Mo Ting no estaba allí.
Tangning detuvo su auto dentro del estacionamiento de Hai Rui, sin irse de inmediato. En cambio, se sentó a pensar en el desacuerdo entre ella y Lan Xi: había una mirada compleja en sus ojos.
Poco después, Long Jie repentinamente dio una palmada a Tangning en el brazo y señaló por la ventana. Tangning siguió la mirada de Long Jie y se dio cuenta de que Mo Ting y Lu Che estaban dentro del estacionamiento.
—¿No dijo Lu Che que el Gran Jefe no está en Hai Rui? — susurró Long Jie ansiosamente mientras miraba a Tangning. Debido a lo que sucedió anteriormente con Han Tufan, Long Jie temía que Tangning sufriera emocionalmente. No quería ver a Tangning siendo engañada, ella menos que nadie.
Tangning vio como Mo Ting y Lu Che se fueron, su expresión no cambió. Ella simplemente miró a Long Jie y sintió que estaba exagerando.
—Estás pensando demasiado.
—¿No tienes miedo en absoluto?
Tangning no dijo nada, solo sacó su teléfono y seleccionó el número de Mo Ting. Después de que Mo Ting atendió, ella directamente le preguntó:
—¿Dónde estás ahora?
—¿Me estás vigilando?
Al escuchar la pregunta de Tangning, los labios de Mo Ting se curvaron hacia arriba.
—Entonces, ¿me vas a dejar comprobarlo?
—Estaba en la agencia hace un momento, pero ahora estoy en camino a ver a un cliente —respondió Mo Ting con suavidad.
—Lu Che dijo que no estabas en Hai Rui.
Mo Ting levantó la cabeza y miró fijamente a Lu Che, que conducía en ese momento. Después, respondió a Tangning:
—Esas no fueron mis instrucciones. ¿Sigues en Hai Rui?
—Ajá—contestó Tangning con voz un poco lastimera.
—De acuerdo.
Después de colgar el teléfono, Mo Ting colocó su teléfono dentro del bolsillo de su traje y miró a Lu Che con fiereza:
—¿Necesito reevaluar tu habilidad? ¿Lu Che? Esta será la última vez que digo esto, no le mientas a Tangning. Inclusive si es algo tan simple como si estoy cerca o no. Si Tangning no llamaba para preguntar y decidía mantener esta duda dentro de ella, con el tiempo, ¿qué crees que pasaría con nuestra relación?
Lu Che se sintió un poco culpable cuando se disculpó rápidamente: —Lo siento, Presidente, no sabía qué excusa utilizar para distraer a la señora.
—No te pedí que pusieras excusas para ignorar a Tangning. Si no hubieras dicho algo, ella no habría sospechado nada.
—Entendido.
Lu Che era realmente impresionante cuando se trataba de trabajar. Pero cuando se trataba de la inteligencia emocional, aún le faltaba un poco. ¡Por eso todavía no tenía novia!
Mo Ting hizo que Lu Che girara el auto y recogió a Tangning. La atrajo a su abrazo y le explicó:
—No le dije a Lu Che que dijera que no estaba cerca.
—Lo sé—asintió Tangning—. ¿Pensaste que creería sus palabras sobre las tuyas?
Lu Che bajó la mirada con culpabilidad.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Hombre que Robó Mi Corazón