El Hombre que Robó Mi Corazón romance Capítulo 244

Long Jie miró su teléfono sin comprender por unos segundos. Después de salir de su auto, regresó al apartamento de Lu Che. Esta vez, antes de que ella hiciera algo, se dio cuenta de que Lu Che ya había abierto la puerta. Cuando Long Jie la abrió y entró, descubrió que Lu Che había vuelto su sala de estudio.

—¡Amigo! ¿Es esto lo que llamas buscar un documento? No, esto es lo que llamas estropear tu casa —reclamó Long Jie, sorprendida, mientras se arrodillaba en el suelo y comenzó a ayudar a Lu Che a buscar una carpeta azul.

—No tenía elección, es demasiado importante —contestó Lu Che,quien inclinó la cabeza torpemente mientras se apoyaba en el escritorio de su oficina.

—Está bien, déjalo conmigo. Sal tú primero, miraré a mi alrededor —dijo Long Jie haciéndole un gesto con la mano para espantarlo—. ¿Quién suele limpiarte cuando buscas documentos como este?

Lu Che no respondió ya que rápidamente salió de la habitación.

¿A quién estaba tratando de engañar? Después de seguir al lado de Mo Ting durante tantos años, si este era su método para buscar documentos, ya lo habrían despedido cien veces. Esta era la única manera en que podía hacer que Long Jie se quedara un poco más.

Después de salir de la sala de estudio, Lu Che se apoyó contra la pared fría y trató de calmarse. No entendía por qué tenía el impulso de hacer tal cosa.

Long Jie aceptó su destino de ordenar nuevamente la sala de estudio de Lu Che. Pero, cuando lo pensó mejor, recordó que Lu Che era un trabajador diligente; de hecho, era capaz y meticuloso. ¿Cómo podría un asistente como él simplemente tirar un documento importante al azar en el escritorio de la oficina? Por encima de todo, entre estos documentos, encontrar una carpeta azul no debería ser tan difícil, ¿tenía que tirarlo todo al suelo?

Eso sin mencionar que una persona normal como ella misma, limpiaría su propio desastre si, por ejemplo, desordenaba su sala de estudio. De ninguna manera molestara a otros por algo así.

¿Podría ser posible que quisiera mantenerme cerca un rato más?

Long Jie pensaba con ilusión.

Sin embargo, según la inteligencia emocional de Lu Che...

El corazón de Long Jie estaba hecho un lío por culpa de Lu Che. Mientras ordenaba la habitación, su imaginación se estaba volviendo loca. En ese momento, tuvo que colocar algunos documentos en el estante más alto. Aunque Long Jie era bastante alta, tener que pararse de puntillas mientras sostenía una pila de documentos todavía era un desafío. Sin embargo, Lu Che apareció por detrás de ella y extendió su mano para empujar suavemente los documentos en su lugar.

Long Jie se dio la vuelta. Sus cuerpos casi se tocaban.

Long Jie se sintió un poco incómoda. Justo cuando estaba a punto de alejar a Lu Che, él colocó una que tenía en el estante y dijo:

—Está nevando afuera. Realmente, muchísimo. No creo que debas conducir a casa esta noche.

—¿Qué quieres decir con eso?

Long Jie no pudo contenerse más, su corazón latía tan rápido que se sentía como si estuviera a punto de saltar fuera de su pecho. Si Lu Che hiciera una cosa más fuera de lo común, ella se lanzaría directamente sobre él.

—Realmente está nevando.

¿A quién le importa la nieve?

Long Jie estaba tan ansiosa que estaba a punto de llorar. Ella realmente quería aclarar las cosas, porque sabía que, si se iba a perder esta oportunidad, no sabría cuándo sería la próxima vez. Pero, ¿y si sus sentimientos fueran unilaterales?

—¿No sabes que eres un hombre soltero y yo una mujer soltera?

—No lo sé. ¿No eres mi prometida?

Si alguien alguna había querido saber el significado de "muerte súbita", Long Jie sintió que Lu Che lo había logrado en este momento. Para un hombre que normalmente tenía una inteligencia emocional miserable, era imposible no tener piel de gallina al oírlo decir algo así.

—¿No fue eso...una tapadera? —tartamudeó Long Jie mientras una capa de sudor se formaba en su cara. ¿No era pleno invierno?

Lu Che no respondió. Sin embargo, hizo un movimiento extremadamente sorprendente. Se inclinó hacia adelante, y con suavidad le dio un beso en la mejilla a Long Jie. Así, Long Jie sintió que su alma había sido

despertada.

—Tú... tú... tú... yo...yo... yo...

—He hecho todo esto porque no quería que te vayas.

Por Dios...

En un instante, Long Jie sintió que su corazón estaba a punto de explotar. La alegría extrema cubrió su cuerpo de pies a cabeza. Ella también decidió responder con un movimiento sorprendente mientras enganchaba sus brazos alrededor del cuello de Lu Che.

—¿Por qué no quieres que me vaya?

—Simplemente no quería que tú... Incluso pensé en varias razones para detenerte; hasta estropear mi fusible y romper mis grifos —contestó Lu Che inclinando la cabeza y señalando hacia fuera de la sala de estudio.

Long Jie soltó una carcajada:

—No sé cómo arreglar el fusible. Además, si fueras a romper los grifos, ¿planeabas inundar la casa?

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